30 de octubre de 2008

"Funny Games". Michael Haneke, el "titiritero".




¿Qué decir de esta película?. Fui yo al cine el año pasado a ver con Ainhoa (la culpable de mis sonrisas y del brillo de mis ojos) "Los crímenes de Oxford" (bazofia en estado puro); salimos del cine echando pestes (de la peli se salvan algunos planos de Leonor Watling; he dicho planos, no dotes interpretativas). A lo que vamos...Llegamos a casa y nos pusimos a ver Funny games (ella ya la había visto). Esta película, bien cuando la alquiles o la compres, debería ir acompañada por un paquete de tabaco; los que fumamos sabemos a lo que nos referimos. Nunca lo he pasado tan bien pasándolo tan mal.


Tengo que decir que esta película me la recomendaron en la carrera (Ciencias de la Información -Comunicación Audiovisual) en la asignatura Narrativa Audiovisual. Si la función de un director de cine es manejar al espectador a su antojo, nadie lo hace mejor que Michael Haneke.
La película se podría resumir en los planos del principio. Un matrimonio (Georg y Anna) con su hijo (Schorschi) va en coche escuchando música clásica, juegan a adivinar el compositor de las piezas que van poniendo cuando el plano se congela y esta música clásica es sustituida por una música irritante, estridente que te hace bajar el volumen del televisor. Bueno, pues la peli es más o menos eso. Lo que parece que vaya a ser unas vacaciones de paz y serenidad en una casa de campo, acaba convirtiéndose en todo lo contrario. (Si no has visto la palícula, decirte que a partir de aquí la destripo; lo siento).
La familia se dirige a su casa del lago cuando paran a saludar desde el coche a los vecinos, los cuales están junto a dos jóvenes que no les son familiares.Ya desde el principio la trama y la torpeza de uno de esos jóvenes (Peter) que no sabe llevar unos huevos sin que se le caigan, te pone nervioso. Aquí damos paso al primer cigarrito del espectador-fumador. Esto nos da paso a la entrada en el hogar de otro joven (Paul). Los dos van de blanco impoluto, con guantes incluidos (pienso que aquí Haneke ha querido hacer un pequeño homenaje a Kubrick y su "Naranja mecánica" aunque también nos ha querido mostrar a los dos chicos como de buena familia, educados, limpios,..., pero con dos de las mentes más perversas que he visto en cine).
Georg y Schorschi se encuentran en el lago poniendo a punto el velero cuando oyen ladrar al perro. Esto les llama la atención y deciden ir a ver qué pasa. Ven a Anna que se encuentra muy nerviosa y echando a los chavales de casa. Después de ciertas batallas verbales, Paul coge un palo de golf y le rompe la pierna a Georg, dejándolo en fuera de juego. A partir de aquí, el paquete de tabaco del espectador-fumador puede quedarse abierto que no dará tiempo a que se seque, prometido!.
Paul y Peter o Peter y Paul (vaya! si se llaman Pablo y Pedro como Los Picapiedra, ¡qué tiernos!) reducen a la familia y les dicen que sólo quieren jugar a "Juegos divertidos". Ellos apuestan que a las 9 de la mañana del día siguiente toda la familia estará muerta; de hecho te hacen copartícipe de esa apuesta ya que Paul mira a cámara y te pregunta si crees que será así. ¡Jodido mamón!. Luego Anna se pone a buscar al perro con la vigilancia de Paul, el cual le va diciendo "frío" o "caliente" según se acerque más o menos al perro. Aquí Paul vuelve a mirar a cámara con una sonrisa de complicidad, para que juguemos con él. El caso es que el perro aparece muerto en el asiento trasero del coche. Aquí es donde Anna se da cuenta de que lo que para Paul y Peter va a ser un juego, para ellos se va a convertir en la peor de las pesadillas.
Aparece otra familia en el lago. Anna y el cabrón de Paul van a saludarlos y quedan en verse para una barbacoa. Anna no encuentra el momento de avisarles del jaleo en el que se encuentran.
Otra vez en la casa, Paul y Peter siguen con sus "juegos": una sucesión de humillaciones y malos tratos hacen que tú mismo te vayas poniendo cada vez más y más mosca. Schorschi consigue escapar y llegar hasta la casa de los vecinos, comprueba que están todos muertos. Allí consigue una escopeta, pero al final Paul que ha ido tras él, consigue capturarlo otra vez.
Otra vez en casa. Paul se va a preparar un sandwich cuando oye un disparo procedente del salón. Va a ver qué ha sucedido y Peter le dice que el chaval quería escaparse. Paul y Peter deciden irse. El plano es el siguiente: se ve el cuerpo de Schorschi en el suelo, la pared llena de sangre y en la tele una carrera de coches; a la izquierda de ese plano se ve a Anna conmocionada y sin capacidad de reacción. Georg no sale. Este plano es largo-largo, Haneke hace que se te atragante pero, sin embargo, sigues disfrutando de él. Este plano viene a durar algo más de diez minutos y la única acción que hay -aparte de la carrera de coches de la tv- es cuando Anna se levanta amordazada y atada de manos y pies y se dirige hacia la televisión (hay una ligera panorámica la derecha). El espectador está pidiendo a gritos que alguien apague esa televisión; es Anna la que la apaga pero cuando el plano ya llevaba algunos minutos. Algo más tarde, hay otra ligera panorámica a la izquierda donde ya se nos muestra a Georg, está vivo, pero parece más conmocionado que su mujer, se abrazan y lloran de manera desmedida. Anna le ayuda a levantarse. Lo pone en una silla en la cocina a intentar secar el móvil, mientras ella sale de la casa en busca de ayuda. En ese momento Georg le pide perdón a Anna por la situación en que se ven metidos; Anna llorando se despide de él dándole un beso.
Georg da por imposible lo del móvil. Anna se cruza con un coche. Georg con muchas dificultades consigue levantarse y tapar el cuerpo sin vida de Schorschi. En eso, una pelota de golf hace acto de aparición en el salón. Paul y Peter han vuelto, tienen a Anna. Tras otra sucesión de juegos y en un despiste por parte de Paul y Peter, Anna coge la escopeta y le pega un tiro a Peter. Aquí el espectador dice: ¡Bien, ya era hora, por fin se ha cargado a uno de esos hijoputas!; parece que descanse tu alma que estaba en tensión toda la película; pero entonces se ve a Paul, pregunta por el mando de la tele, se le ve fuera de sí; cuando lo encuentra, aprieta el botón de rebobinar y la escena se rebobina hasta un instante antes de que Anna coja la escopeta. Ahora Paul consigue adelantarse a Anna cuando va a coger la escopeta.
Siguen con sus juegos. Ven que ya no queda demasiado tiempo para las 9 de la mañana y con una especie de "pito pito gorgorito..." deciden cargarse a Georg. Luego cogen a Anna que sigue amordazada y los tres se van en el velero. Cuando está a punto de hacerse las nueve de la mañana la tiran al lago. Luego se dirigen a casa de la familia que Paul había saludado con Anna. Abre la puerta una mujer y ellos se hacen sus artimañas para convencerla de que les deje pasar. En eso, Paul se gira a cámara y guiña el ojo. Fin de la película. Ya sabes lo que va a pasar, entonces no tiene ningún sentido que se alargue el metraje de la cinta.
El tema de los planos estáticos de larga duración es algo intrínseco en la filmografía de Michael Haneke (yo le llamaría Miguel Juanete porque cuando acabas de ver una de sus pelis es como si tuvieras un juanete en el alma). Hay gente que piensa que esos planos son innecesarios, pero yo pienso que los "planos hanekianos duran más de lo que te gusta que duren, pero duran lo que tienen que durar". A nivel argumental igual no te aportan nada, pero a nivel de manejar al espectador a su antojo, son perfectos.
Sobre si esta película se trata de una obra maestra o no, podríamos discutir (aunque para mí sí lo es), pero que es una obra de culto para todo aquel que vea el cine con ciertos ojos críticos nadie lo puede discutir.
Entre los guiños a cámara que hace Paul, el plano de más de diez minutos y el reboninado de la peli, esta peli se me hace diferente a cualquiera que tenga la misma temática. Hay que decir que viendo esta película, sufre el alma, no los ojos. Ya que todos los actos de violencia son implícitos, en ningún momento se ve como le pegan el tiro a Schorschi ni como apuñalan a Georg. Solo se oye, se sospecha y se adivina.
Este año, Haneke ha hecho el remake americano, no lo he visto pero me han dicho que es exactamente igual, pero con otros actores (Tim Roth, Naomi Watts...), así que paso de ver una película austriaca en su versión americana.
En cuestión de mes y medio después de haber visto Funny Games, ya había visto toda la filmografía de Haneke. Os recomendaría "La Pianista", "Benny's video", "Códico desconocido" y "Caché", pero, personalmente me quedo con Funny Games, disfruto con esos "Juegos Divertidos" (cinematográficamente hablando, eh?), aunque puedo llegar a entender que haya gente que la repudie, que prefiera ver "Bambi" o "Titanic", eso sí, que esa gente nunca me invite a su casa para ver una peli.

Jim Carrey, unos cuantos más y yo mismo contra el resto del mundo



Buscando fotos en internet de El Padrino, he encontrado un fotomontaje que fusiona mi película favorita (cuando digo película, hablo de trilogía; aupa Coppola, a pesar de otras basurillas que ha firmado y filmado) y uno de los actores que más me han gustado, a pesar de la gran mayoría de la gente que no lo soporta. Pues sí, para mí Jim Carrey es un actorazo que ha sufrido, por decisión propia o ajena, el encasillamiento, pero que también ha demostrado sus dotes dramáticos en películas como El Show de Truman (la venero), Olvídate de mí (Eternal sunshine of the spotless mind; tradúcelo tú) y Man on the moon (no conocía a Andy Kaufmann hasta que ví la peli, pero estoy seguro de que Carrey lo borda, dirigido por Milos Forman, un crack). Pero lo que es curioso en mí, es que Jim Carrey me gustaba antes de que llegaran esos papeles dramáticos. Vi Ace Ventura y flipé de la risa. Y desde ahí, puedo decir que he visto si no todo, sí casi todo de lo que ha hecho: La máscara (un abanico de efectos y movimientos corporales brutal), Dos tontos muy tontos y Yo, yo mismo e Irene (de los hermanos alocados Farrely), Mentiroso compulsivo (la vi en el cine dos veces en dos días; con eso ya lo digo todo), Un loco a domicilio ("El del cableee", dirigida por otro crack de mis risas, Ben Stiller), Como Dios (Bruce Todopoderoso) y unas cuantas más que tampoco pasa nada si no se mencionan. Lo siento pero es así. Me gusta Jim Carrey; lo puedo decir más en negrita y en mayúsculas: ME GUSTA JIM CARREY, pero seguirá significando lo mismo. Si la crítica no ha sabido apreciarlo como yo, les digo, citando a Carrey: yo tampoco iría a ver una película de ninguno de esos críticos. Ahí queda eso...