29 de abril de 2012

"Drive". Vuelta al cine ochentero.


Ryan Gosling interpreta a Driver, un conductor pluriempleado: conductor especialista de cine y chófer para delincuentes. Ambos trabajos se los gestiona su jefe-representante Shannon. Tipo duro al que lo único que le hace replantearse su vida es cuando conoce a Irene (Carey Mulligan), su vecina.

Una película que mezcla de cine de acción con el cine negro, que sorprende por sus giros, ya no en el argumento, pero sí en su intensidad. En ciertos momentos es muy agresiva y violenta, lo cual puede causar alguna contrariedad en el espectador, pero con los tiempos que corren en los que estamos tan acostumbrados y sometidos a una lluvia de imágenes de gran violencia y crueldad, aunque nos siguen sobrecogiendo, es como si estuviéramos esperando ese punto violento. Más que una oferta de ese tipo de agresión visual, es el espectador quien de una manera indirecta las demanda. Es triste, pero es así. No queremos ver cómo matan a alguien pero lo vemos y, no sólo en el cine, sino también en los informativos y, en estos, lo que se cuenta (más o menos), es la vida real.

Lo mejor: esos cambios de intensidad que te pillan por sorpresa, las secuencias de persecución (muy logradas) y los actores secundarios Albert Brooks, Ron Perlman y Carey Mulligan (me gusta esta actriz de cara dulce aunque me gustó más en "Shame")...Lo peor: no es por meterme con este actor en alza como lo es Ryan Gosling, pero su cara de piedra gélida, por mucho que su papel se lo pida, no me la acabo de creer. Me gustó más en "Los idus de marzo", no sé si su personaje o su interpretación, pero me gustó más.

Una historia, unos personajes (sobretodo el principal), un argumento, una música y una ambientación muy propia del cine de acción de los 80. Sin embargo, es del 2011 y, a estas alturas, nos hemos desacostumbrado a ese tipo de cine que te traslada a otro tiempo, a otra década de la que guardas nostalgia cinematográfica. Un 7 sobre 10.

28 de abril de 2012

"Hunger". Hambre de cine.


Steve McQueen ha demostrado en su ópera prima que, como su título, tiene hambre, mucha hambre de cine. Habiendo visto "Shame", su segunda película, se confirma que este negro y orondo director británico sabe lo que se hace. Hay que seguirlo de cerca. 

En Hunger se nos cuenta la huelga de hambre a la que se autosometieron presos del IRA tras los duros acontecimientos de 1981. Michael Fassbender, que interpreta a Bobby Sands, uno de esos presos, nos deja con la boca abierta por su interpretación y su transformación física.

Es ese tipo de películas cuya dirección, estructura narrativa e interpretación dejan el guión en un segundo plano. No quiero decir que el guión sea flojo, todo lo contrario, pero el trabajo arriesgado de McQueen, atendiendo a que es su debut cinematográfico, consigue que veas más allá de la propia historia, una historia dura, una historia tristemente real, una historia que te absorbe de principio a fin.

Es destacable la secuencia en la que Bobby mantiene una conversación con un sacerdote católico. Es un plano fijo, sin cortes y de un cuarto de hora de duración. Es como si no te dieras cuenta de la presencia de la cámara, la cual se sitúa como si te sentases en un banco a observar y escuchar a los personajes.

Consejo de cinéfilo: si quieres sentarte a verla que sea con el estómago vacío aun sabiendo que dos horas más tarde de que termine el film tampoco probarás bocado. "Hunger" te deja vacío, bien sea por su narración o bien sea por la historia que cuenta. Espero que este consejo no vaya en detrimento de poder disfrutar de una gran película que te dejará con hambre de Steve McQueen, con hambre de Fassbender y, en definitiva, con hambre de cine. Merece la pena; y mucho. Un 8 sobre 10.

23 de abril de 2012

"Nader y Simin, una separación". Tan iguales, tan diferentes.


Parece ser que, además de la triste hegemonía del cine americano y el progreso a grandes pasos del cine europeo, no debemos olvidar que el cine asiático está en alza. Bien sea del Lejano, Medio o Próximo Oriente, su cine nos demuestra que, a pesar de ser el continente donde nos encontramos con mayores diferencias culturales, políticas y religiosas, al fin y al cabo no somos tan diferentes. La separación de un matrimonio es un drama aquí y en Sebastopol.

En esta película se nos muestra un drama social que perfectamente podría haber sido en Irán, como así lo es, pero también en cualquier otro rincón del mundo. 

Es cierto que el fervor religioso les hace actuar de manera distinta a la que su razón dicta. Allí un juramento es un juramento (más aun si es por el Corán o por Alá). Estamos acostumbrados a una sociedad en la que se jura por lo que sea sabiendo ya de antemano que no vas a cumplir ese juramento. Allí eso no sucede. El juramento es sagrado y la mentira altamente castigada.

Con el trasfondo de un matrimonio en vías de separación, la película se centra más en un problema judicial que en la misma separación, aunque sea ésta el origen y el punto de partida del resto de la historia. Destacar especialmente la interpretación de Peyman Moaadi en el papel de Nader. Película realista donde la familia, la moralidad, la religión y la justicia se entremezclan en este drama en el que cada giro argumental consigue que no apartes la mirada de la pantalla para no perder detalle.

Poca gente presta atención a la película que se lleva el Oscar a la mejor de habla no inglesa. Bien, pues es ésta la que se hizo con ese premio en la pasada edición. Si una película iraní ha conseguido un premio de ese calibre en los EEUU ya nos sirve de pretexto para saber que será una buena película y, una vez vista, sabrás que has acertado. Seguiremos de cerca a Asghar Farhadi, su director. Un 7'5 sobre 10.

15 de abril de 2012

"Shame". La toxicidad del sexo.


Cuando el sexo se convierte en una vía de escape para llenar tu vacía vida, no es disfrute sino enfermedad. Michael Fassbender ("Malditos bastardos", "X-Men, Primera generación"...), interpreta a Brandon, un joven apuesto, con un buen trabajo y con éxito, mucho éxito con las mujeres, con las mujeres que se le antojan. Seguramente este tipo de personas pueden levantar la mala envidia entre los hombres, pero Fassbender consigue con su interpretación cogernos de la mano y trasladarnos desde lo más alto hasta lo más bajo del ser humano en su vertiente masculina. Su vida gira por, para y en torno al sexo. Bien sea por internet, bien sea con alguien del trabajo, bien sea con alguna mujer que se ha encontrado en el metro o bien sea consigo mismo, Brandon sacia su sed sexual sí o sí.

Aunque parezca lo contrario, Brandon sufre una infelicidad supina. El punto de inflexión lo sufre cuando irrumpe en su casa su hermana Sissy, interpretada notablemente por Carey Mulligan ("Orgullo y prejuicio", "An education"...), una chica con tendencias suicidas que su trabajo como cantante no le da para emanciparse; necesita de su hermano, el cual no parece muy dispuesto a acogerla en casa y, cuando lo hace, no hace otra cosa que incordiarle y perturbar la pequeña burbuja en la que vive. Él no se siente capaz de hacerse cargo de su hermana pero, al fin y al cabo, es su hermana, no quiere cuidarla pero tampoco quiere que le ocurra nada. En cierto momento de la historia, Brandon parece replantearse su vida y su situación.

Steve McQueen, director británico que debutó con su anterior "Hunger" (aún por ver) cuyo protagonista también es Fassbender, sabe lo que se hace. Si un plano además de ser fijo tiene que durar varios minutos, pues que así sea. Este tipo de planos con cargas interpretativas son, casi siempre, más efectivos que aquellos en los que el cineasta se rompe la cabeza con movimientos de cámara imposibles. Auguro un buen futuro a este binomio McQueen-Fassbender, aunque trabajen por separado. McQueen lleva a cabo una dirección sin pretensiones, transmite en cada momento lo que toca transmitir. Pocas veces he visto escenas de sexo tan bien plasmadas en una pantalla. No busca el babeo, sino que busca y encuentra transmitir el sentimiento de su protagonista, de cómo éste se encuentra preso de su propio cuerpo; su alma quiere escapar, pero su cuerpo no le deja. Un 8 sobre 10

14 de abril de 2012

"Medianeras". Marchábamos sin buscarnos sabiendo que nos encontraríamos.

Hoy en día, la gente camina por la calle sin ánimo de pararse a conversar con un conocido o un vecino, camina para llegar no para disfrutar del paseo. Su cabeza está dirigida al suelo o a la pantalla de su teléfono móvil. Los avances en telecomunicaciones son directamente proporcionales a los retrocesos en la auténtica comunicación persona a persona. Si quieres tomarte una cerveza con un amigo, lo tienes que agregar al facebook, esperar que acepte, concretar hora y lugar y, aún así, llegará tarde porque el facebook le ha robado tiempo comentando la foto de otro "amigo" que tenía agregado. Ahora los amigos no se tienen, se agregan.

¿Dónde está Wally? o ¿Dónde está Martín?. Así es como podría llamarse este film del argentino Gustavo Taretto. Pilar López de Ayala interpreta a Mariana, una arquitecta en crisis que se dedica a la decoración de escaparates para ganarse la vida, es aficionada a los libros de ¿Dónde está Wally? y vive sola en un pisito en Buenos Aires. Está abierta a entablar una relación, pero no encuentra a su Wally particular.

Por otro lado está Martín (Javier Drolas), un diseñador web con muchas fobias, vive en sus pocos metros cuadrados conectado a internet para todo: chatea, encarga comida, trabaja, baja música...También está dispuesto a conocer a una chica con la que entablar una relación , pero esta chica no aparece, lo cual no es de extrañar por la poca vida social que lleva.

Ambos viven cerca, las medianeras de sus edificios están cara a cara. Se cruzan pero no se miran, comparten gustos musicales y cinematográficos pero no lo saben, chatean entre ellos pero no se conocen. Un día toman la determinación algo ilegal de hacer una pequeña ventana en sus medianeras. Un pequeño espacio por el que pueda entrar algún rayo de sol. Es así, cuando sus miradas se cruzan por primera vez. No pasa de eso, pero se miran. Un día, Mariana se asoma a la ventana y ve entre la abultada multitud de gente una persona con jersey de rayas horizontales de color blanco y rojo, gorro y gafas...No sabe quién es, pero debe ser él, el Wally que tanto le ha costado encontrar en su libro y en su propia vida.
La película se deja gustar y gusta, está mucho mejor en forma o continente que en contenido, el cual no deja de ser una historia de amor entre dos personas que todavía no se conocen, pero la originalidad con la que se cuenta es, al menos, gratificante. Quizás haya demasiada voz en off, lo cual puede gustar o disgustar, pero al tratarse de una película con pocos personajes, se hace casi necesaria. Se nos describe a partir de los edificios en los que vivimos; el principio del film consigue enganchar al espectador. La descripción de edificios, medianeras, telecomunicaciones...asociándolos a los distintos caracteres del ser humano es, cuanto menos, desconcertante pero edificante, valga la redundancia. Un 6'5 alto sobre 10.

9 de abril de 2012

"Almanya". ¿Cada uno es de dónde nace?.


Hüseyin Yilmaz, es el inmigrante un millón uno de Alemania. Fue buscando un trabajo y lo encontró. Al principio viaja solo para asomar la cabeza, pero cuando las cosas le van mejor, deciden que sea toda la familia -mujer y cuatro hijos- la que se instale en Alemania, con todos los cambios culturales que ello conlleva. Unos cambios cuyo reflejo en la pantalla son la nota más cómica del film. En la actualidad, Hüseyin, en una comida familiar, anuncia a toda su familia que desea volver a Turquía donde ha comprado una casa. La noticia no es, en principio, bien recibida, más cuando él y su mujer tienen recién adquirida la nacionalidad alemana. Por mucho que haya sido el país donde ha vivido, trabajado y criado a sus hijos, no le hace ninguna gracia la nacionalidad alemana. Él se siente turco y quiere que sus hijos se empapen de la cultura turca. Pero cuando el choque cultural es tan grande, es muy difícil de controlar.

Aunque retrata una historia ya vivida en la segunda mitad del siglo pasado, podría retratar una historia que se está empezando a vivir otra vez en la segunda década del actual siglo. Es fácil criticar a la inmigración cuando vives acomodado y no sabes que el día de ayer eran nuestros padres y tíos los que debían buscar trabajo fuera de su país.

Todo está contado desde el sentido del humor, un humor burlón pero no ofensivo, al menos en intención. Siempre viene bien que una historia que, perfectamente podría ser un drama, se te cuente en clave cómica, aunque ello vaya en cierto detrimento de su verosimilitud. En ciertos momentos puede recordar a "Bienvenidos al Norte" por el tema de la dificultad idiomática.

Debut prometedor en la dirección de Yasemin Samdereli que, junto a su hermana Nesrin, guionista de la misma, se tiran a la piscina con un proyecto que llevaba estancado diez años. En esta ocasión, la piscina rebosa agua por todos los costados. Un 6'5 alto sobre 10.

8 de abril de 2012

"El Padrino". 40 años de Familia.

         
          Recién cumplidos los 40 años de la creación de "El Padrino" parece que el tiempo no haga más que añadirle valor. Creación porque una obra maestra no se hace, no se plasma, no se filma, no se realiza, sino que simplemente se crea, y su creador es Francis Ford Coppola, uno de los directores más empeñado y empecinado en que su proyecto salga tal y como lo tiene él en su cabeza aunque ello implique un incremento considerable en el presupuesto inicial de la obra.

          Es junto a "Ciudadano Kane" la película que más números uno ocupa en diferentes rankings. No es para menos. A nivel técnico, interpretativo y de guión es espectacular.

          Es curioso que al hablar de Padrino o de Don, enseguida nos viene la imagen de Brando con su cara de bulldog, en lugar de la de Al Pacino, el cual realmente, al menos en metraje de la trilogía es más tiempo Don que Brando, que sólo lo es en el primer capítulo. Esto va en beneficio de Marlon Brando y no en detrimento de Pacino, al cual considero junto con Jack Nicholson y Robert de Niro los mejores actores de la generación algo posterior a la de Brando.

          Curiosidades sobre el rodaje hay tantas como blogs que hablan de ellas, así que tampoco me jactaré, simplemente quisiera hacer algún apunte de friki padrinero.

          ¿Por qué acudiste a la justicia y no viniste a mi primero?. Ésta es la frase que vendría a resumir el sistema bajo el que actúa La Familia, Esta Familia, Los Corleone. Se la dice a Bonasera, el funerario. Es sólo el primer "favor" que se le pide al Don a cambio de que en un futuro se lo pueda devolver si fuera necesario. En este caso será necesario. Para qué acudir a la justicia si la justicia la puede hacer Don Corleone.


          Ni siquiera me llamas Padrino. En cambio, vienes a mi casa el día de la boda de mi hija a pedirme que mate por...dinero.

          Al principio muestra reticencia queriendo demostrar autoridad y respeto, pero luego:

          Porque cuando uno de mis amigos se crea enemigos, yo los convierto en mis enemigos,..., y a ese le temen

          Con esta secuencia magistral da comienzo la película. Es un zoom out espectacular en el que la figura de El Padrino va apareciendo a medida que Bonasera le expone la razón de sus necesidades.


          Ya fuera de la casa, en la celebración de la boda de Connie (Talia Shire -hermana de Coppola-) con Carlo Ricci, Don Vito no quiere hacerse la foto familiar hasta que aparezca su hijo Michael. Es un acto premonitorio. No dejará su silla de Don hasta que la ocupe Michael. Éste hace aparición con Kay Adams (Diane Keaton) cogida del brazo, la cual muestra demasiada curiosidad sobre los quehaceres de Los Corleone. Al principio Michael le cuenta un capítulo real y violento con Don Vito y Luca Brasi como protagonistas. Ante la cara de sorpresa de Kay, Michael le dice que así es su Familia, pero él no. Parece convencerla. ¿Qué se le va a hacer si está perdidamente enamorada de Michael?.

          Un hombre que no vive con su familia no puede ser un hombre. Esta frase la dice Don Vito para que su hijo Sonny (James Caan), un mujeriego que ningunea a su mujer, se dé por aludido.
          Le haré una oferta que no podrá rechazar. Una de las frases más empleadas de "El Padrino" en el ámbito coloquial. Se la dice a su ahijado Johny Fontane, un cantante de mucha fama y éxito que quiere dar el salto definitivo al cine con un papel protagonista en una película de Jack Woltz, productor cinematográfico de renombre.

          El encargado de mediar con Woltz es Tom Hagen (Robert Duvall), el "hijo" acogido por Los Corleone cuando era sólo un niño y actual consigliere de La Familia. En la reunión con Woltz, las naranjas que hay en el frutero, no hacen presagiar nada bueno. La sugerencia de Hagen es rechazada y al señor Corleone le gusta que le informen inmediatamente. La Familia mueve pieza, cual partida de ajedrez, y dejen la cabeza del caballo Jartum sobre la cama de su dueño, Jack Woltz. Finalmente Johny Fontane hará ese papel protagonista.

          Sollozzo "El Turco", asociado con la Familia Tattaglia,  quiere que Don Vito le preste sus contactos políticos para entrar en el negocio de las drogas. El Don no quiere, piensa que las drogas es un negocio sucio y sospecha que Sollozzo no trama nada bueno tras el rechazo de los Corleone. Mis hijos hablan cuando deben escuchar. Se lo dice a Sollozzo haciendo referencia a su hijo Sonny, el cual interrumpe la conversación entre Sollozzo y Don Vito.
         
          Aquí se nos muestra una vez más el carácter temperamental y visceral del primogénito Corleone. El Don ordena a Luca Brasi que se encuentre con Sollozzo para calmar las aguas. En el encuentro matan a Luca.
 
          Don Vito sale con su segundo hijo, Fredo (John Cazale) a la calle y es, en el momento que va a comprar fruta cuando atentan contra El Padrino asestándole varios disparos. Las naranjas -una vez más- rodando por los suelos evidencian el peligro vivido. La lenta reacción de Fredo y la torpeza en sus movimientos no consiguen evitarlo. Su Padre resulta malherido pero no muerto.

          En casa de los Corleone se recibe un paquete con un pescado muerto. Es un mensaje siciliano, significa que Luca está durmiendo con los peces.


          Clemenza, caporegime de la familia, comienza a enseñar a Michael a hacer los espaguetis a la boloñesa. Es un símil que nos avisa que, ante la gravedad de Don Vito, será Michael quien se haga con el mando y el cuidado de La Familia.

          Michael visita a su padre al hospital y se percata de que se encuentra solo, no hay vigilancia. Tan solo una enfermera. ¿Sabe quién es mi padre?. Van a venir a matarlo. Lo dice Michael a la enfermera solicitándole un cambio de habitación al tiempo que empiezan a escucharse pasos en el silencio. Planos de pasillos y estancias vacías. Finlamente, los pasos son de Enzo, el pastelero que en muestra de agradecimiento por un favor realizado, va a visitar a Don Vito con un ramo de flores.

          El puñetazo que McCluskey, capitán corrupto de la policía, propina a Michael es el que despierta la rabia contenida que hay en el hijo menor de Los Corleone.

          De vuelta a la casa, Tesio, el otro caporegime de La Familia, anuncia que han matado a Bruno Tattaglia. La venganza por el ataque a Don Vito y la muerte de Luca Brasi ha comenzado a fraguarse.

          Michael Corleone, sentado en la butaca del Don, se ofrece ante Tom Hagen, Sonny y Clemenza para mediar con Sollozzo y McCluskey y aprovechar ese encuentro para asesinarlos. Al principio todos se ríen de él, pero insiste diciendo no es personal Sonny, sólo negocio.


          Clemenza es, otra vez, el encargado de darle las instrucciones oportunas de cómo debe actuar. Pactarán el lugar del encuentro con los otros dos -Restaurante Louis- y, previamente le dejarán un arma escondida en la letrina del baño. Michael parece entender a la perfección qué movimientos debe hacer. Aquí se da paso a la mejor secuencia, junto con la inicial y la final, de todo el film. Ya reunido en el restaurante Louis con El Turco y el capitán McCluskey, llega el momento de ir a la acción. Pide permiso para ir al baño. A pesar del nerviosismo de la situación, Michael actúa con una tremenda frialdad mientras se escucha el ruido de tren, un tren que, mademás de añadir tensión a la secuencia, parece anunciarle que, después de cometer esos asesinatos, deberá poner tierra de por medio. Sale del baño, no actúa exactamente como lo había planeado con Clemenza, pero el resultado obtenido es el mismo. Sollozzo y McCluskey descansan entre espaguetis.


          Michael debe huir con destino a Sicilia, donde también cuenta con protección. Allí conoce a Apolonia, hija del dueño del Bar Vitelli, se enamora de ella y pronto se casan con toda la parafernalia siciliana que ello conlleva. Pero el peso de la venganza traslada fronteras y, en un atentado con coche-bomba que debería acabar con la vida de Michael, es Apolonia la que muere.


          Carlo Ricci, marido de Connie Corleone, es agresivo y violento con su mujer. Tras una llamada de auxilio por parte de Connie, Sonny, lleno de furia, sale en busca de Carlo para poner las cosas en su sitio. No sé si las cosas las pone en su sitio, lo que sí sé es que la paliza que le mete ante la mirada atónita de la gente en la calle es monumental. Cuando se repite la historia y Sonnny va otra vez en busca de Carlo, no es otra cosa que una emboscada perpetrada por Barzini, otro gran Capo de otra Familia. Cuando Sonny llega a la aduana, la barrera no sube, le bloquean el camino y empiezan a metrallazo limpio contra el hijo del Don. Asesinato inspirado en "Bonnie and Clyde", ambos personajes mueren acribillados como bailando al son de cada balazo.


          Mi mujer está arriba llorando, he oido llegar varios coches. consigliere mío, dile a tu don lo que todos sabeis menos yo. Se lo dice Don Vito a Hagen para que este le confirme lo que no quiere que confirme. Parece ser que Hagen necesita beber para contárselo. El gesto de dolor de Brando-Don Vito es digno de aplaudir. Le dice que hable con Bonasera, el funerario, porque ha llegado la hora de que les devuelva el favor. Mira lo que han hecho con mi hijo. También le pide a Hagen que convoque a las Cinco Familias.


          La noticia llega a Sicilia, donde Michael se ve obligado a volver para tratar de llevar las riendas de La Familia, dando por supuesto que Fredo no lo hará.

          En la reunión de las Cinco Familias también podemos apreciar que hay una naranja en el frutero de la mesa. Esa naranja nos dice que la paz no va a ser declarada aunque Don Vito la pida y diga que no quiere vengar la muerte de su hijo mayor. Le dice a Tattaglia que ambos dos han perdido a un hijo y que quiere firmar la paz. Al final se abrazan con Barzini como intermediario.


          Aunque ya se encuentra en casa, Don Vito no se encuentra en disposición de seguir llevando el peso de La Familia en su espalda, por lo que "abdica" en su hijo Michael. Clemenza y Tesio quieren formar sus propias familias y Don Vito les dice que lo hagan cuando Michael lo considere oportuno. Tom Hagen deja de ser consigliere para pasar a ser el abogado de la familia en Las Vegas y, Michael, tendrá como mano derecha a Carlo Ricci, su cuñado y que mejor consigliere que mi padre.


          El primer viaje de Michael como Don es a Las Vegas, donde trabaja su hermano Fredo a las órdenes de Moe Green, al que propone comprarle ciertos casinos que regenta. Green se siente ofendido ante tal muestra de autoridad por parte de Michael y le dice que no teme a los "espaguetis" negando en rotundo la oferta del nuevo Don. Fredo trata de calmar las aguas y Michael le dice nunca me pongas del lado de nadie que vaya contra La Familia.


          Si alguien dice que te entrevistes con Barzini, ese es el traidor; no lo olvides. Se lo dice Vito a Michael ya de vuelta a Nueva York.


          Y no me digas que eres inocente; es un insulto a mi inteligencia y eso no me divierte. Michael recrimina a Carlo Ricci y le pregunta quién le ordenó que llevara a cabo la emboscada contra su hermano Sonny. Finalmente confiesa y, no cumpliendo su palabra, ordena su ejecución. Es Clemenza quien se ensucia las manos. Eres una bestia sin entrañas. Dice Connie a su hermano por la muerte de Carlo. Kay Adams se queda perpleja. ¿Es cierto, Mike?. Y, tras resistirse a contestar, finalmente le dice que no. Sale del despacho y en un magnífico plano, vemos a Kay en un primer término y al fondo la imagen del besamanos a Michael, sentado en la butaca del Don, mientras la puerta se va cerrando poco a poco. Es evidente que Michael no quiere que Kay sepa más de lo que le toque saber; prefiere mantenerla al margen por el bien de ambos.



          En las afueras de la casa, nos encontramos a un Vito envejecido que está jugando con su nieto mientras se está comiendo una naranja. Se pone un pedazo de corteza en la dentadura asustando a su nieto. ¿Qué nos dice esto?. Pues que Vito Andolini va a fallecer, como así ocurre instantes después. Tus admiradores nunca te olvidaremos.


          Finalmente es Tesio quien propone a Michael reunirse con Barzini, por lo tanto, y recordando el último aviso de su Padre, Tesio debe ser eliminado.


          La secuencia final es otra genialidad, sobre todo en montaje. Se nos muestra de manera paralela el bautizo del hijo de Connie y Carlo, con Michael como padrino y las ejecuciones de Cuneo, Stracci, Tattaglia, Barzini, Moe Green... Alguien ha llegado a la vida y otros tantos la han abandonado y, en ambos casos, con Michael como director de orquesta.






            Así termina la primera parte de la mejor de las trilogías. En mi opinión, la mejor de las tres, aunque haya mucha gente que prefiera el segundo acto. No sé si es la película que más veces he visto, pero si sé que es la que más me ha hecho disfrutar del cine, del CINE con mayúsculas, porque no es una película, es cine puro. Coppola puede presumir de haber hecho la mejor trilogía, la mejor película, la mejor secuela...No es, en mi opinión el mejor de los directores, pero siempre será el que creó "El Padrino" y "Apocalypse Now". Y con eso ya puede morirse tranquilo. Pasarán otros cuarenta años y la gente seguirá diciendo por la calle: Le haré una oferta que no podrá rechazar...




5 de abril de 2012

"Canino". El mito de la caverna Hanekiano.


Es difícil hablar bien de una película cuando de antemano ya sabes que mucha gente te recriminaría habérsela aconsejado. Hay que andar con ojo a ver a quien se la recomiendas. A mí me la recomendó una persona con la que también hay que andar con ojo.

Extraña película en la misma medida que rompedora; fuera de todos los moldes, en ocasiones,  su director Giorgos Lanthimos recuerda al Haneke, sobre todo al de "Funny games". Una familia de tres hijos vive en una casa de la que no salen para nada. No reciben ninguna influencia externa (mirándolo así podríamos pensar que es lo mejor que nos podría ocurrir). El único de la familia que sale es el padre; para ir a trabajar, y la única persona fuera de la familia que entra y sale es la guardia de seguridad de la fábrica del padre. Acude a la casa para hacer favores sexuales a los tres hermanos. 

Los hijos no reciben ni han recibido más educación que la que sus padres han decidido. No es de extrañar que estos piensen que Frank Sinatra es su abuelo, que los zombies son pequeñas flores amarillas, que los aviones son juguetes que aterrizan en su jardín...De subtítulo le poindría "El mito de la caverna hanekiano". Los cavernícolas de Platón sólo veían las sombras de los objetos reales y los de Lanthimos ven determinados objetos y hacen determinadas acciones sin saber realmente para qué sirve o por qué se hace de una manera o de otra. El sexo es cavernícola es más necesidad que deseo, es incestuoso, es irrisorio, es...extraño. Cuando la vuelva a ver, que lo haré, volveré a valorarla. De momento un 7 sobre 10.

"Redención". Ken Loach crea escuela.


Paddy Considine nos muestra en este su gran debut que sí, que bebe del cine de Ken Loach por los cuatro costados del negativo, pero que aun así es capaz de dotar al film de una identidad propia, que da igual que pudiera ser obra de Ken Loach si al final la obra es suya. 

Peter Mullan nos recuerda al papel que hizo en "Mi nombre es Joe" de Ken Loach, por cierto. Él es Joseph, un viudo alcohólico y agresivo al que nadie parece que quiera tenerlo cerca. Las únicas personas con las que tiene cierta relación es su mejor amigo, el cual cuenta las horas mientras espera la muerte tumbado en su lecho, y un niño vecino suyo. Un día tratando de huir del peligro acaba entrando en la tienda de Hannah (Olivia Colman), una joven muy cristianamente creyente. Al principio Joseph la trata con cierto desprecio burlándose de la vida acomodada que lleva ella hasta que descubre la vida real de Hannah, una mujer maltratada y denigrada por su marido que, como tristemente suele ocurrir, no tiene el valor necesario para escapar de las garras de su lobo.

Joseph necesita a Hannah y Hannah necesita a Joseph. Entablan una relación. Aquí las penas se ahogan en el afecto y en el amor, no en el alcohol que ambos digieren sin control, que de igual manera se queda ahogado y absorbido por Joseph-Hannah.

Papeles espectaculares de ambos dos, quizás mejor el de Olivia Colman por no tener el privilegio de ser tan conocida como Peter Mullan, pero este último es merecedor de todos mis respetos y aplaudo su trabajo con todas mis fuerzas. Un 7'5 sobre 10.

"Hace mucho que te quiero". Verse obligado a lo peor.


Como también ocurre en su posterior "Silencio de amor" (comentada en este blog), aquí Philippe Claudel también nos presenta a dos hermanos -en este caso, a dos hermanas, Juliette y Léa- que nada tiene que ver la una con la otra pero que se llevan bien o al menos eso aparentan. También nos encontramos con un círculo de amigos que llevan el cartel de "buen rollito" colgando del cuello.

Juliette (Kristin Scott Thomas) sale de la cárcel tras haber permanecido en ella 15 años. La razón se nos va exponiendo poco a poco a lo largo de la narración. Su hermana Léa (Elsa Zylberstein) la acoge en su casa donde vive con su marido Luc y sus dos hijas vietnamitas adoptadas. Luc (Serge Hazanavicius -hermano de Michel, director de "The artist"-) no parece estar muy de acuerdo con la decisión de Léa, pero poco a poco, con la ayuda del entusiasmo de sus hijas y de su grupo de amigos, la va aceptando.

Al principio parece estar más condenada en la calle que en la cárcel. La verdad que queremos que se nos cuente va apareciendo con cuentagotas y cuando ya la sabemos queremos una razón, la razón que la llevó a cometer lo incometible, a asumir lo inasumible y a redimir lo irredimible. Aunque consiga reinsertarse en la sociedad, como así es, su pena y su culpa la acompañarán hasta el fin de sus días.

Gran papel de Kristin Scott Thomas ("El paciente inglés", "Cuatro bodas y un funeral", "No se lo digas a nadie"...). Consigue mostrarnos a la perfección la transformación que sufre una persona que ha pasado quince años en prisión en una persona que sigue presa pero tratando de hacerse un hueco más que digno en la sociedad. Una actriz que ha llevado su carrera entre Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia, donde actualmente se encuentra afincada y donde su cine -el francés- le está sentando como anillo al dedo. Un 7 sobre 10.




4 de abril de 2012

"La voz dormida". Algo que nunca debió ocurrir.


La Guerra Civil ha dado muchos frutos al cine español. La posguerra no tanto, pero también. El nuevo trabajo de Benito Zambrano es un retrato cruel, humano y, tristemente, real. Si un buen director de cine es un buen director de actores, Zambrano lo es. Como ya hizo en sus anteriores "Solas" y "Habana Blues", aquí cada personaje y cada intérprete está trabajado y sabe en qué momento debe hacer este gesto o este otro. 

Pepita (María León) es una cordobesa que, acabada la guerra, decide trasladarse a Madrid para estar cerca de su hermana Hortensia -La Tensi- (Inma Cuesta), que está embarazada, encarcelada y condenada a muerte. Todo en ese orden. Pepita tiene un carácter bastante inocente, no tiene una ideología política definida pero, aun así, decide inmiscuirse en ambos ambientes con tal de encontrar a alguien que pueda hacer que le quiten la condena a su hermana.

María León es todo un descubrimiento. Soy el primero en reconocer que no me la imaginaba haciendo un papel dramático, pero realmente lo borda. Goya merecidísimo. Inma Cuesta también hace un gran papel pero no está a la altura de la hermana de Paco León.

La historia es dura, como no podría ser de otra manera tratándose de la guerra que dividió el país en dos. Una guerra que no debió ocurrir y que después de más de 70 años siguen abiertas muchas heridas. Unos quieren cerrarlas y otros piensan que no se debe remover lo que, para ellos, acabó hace mucho tiempo. En su tercera película (para cine), Zambrano demuestra que sabe lo que se hace, que lo hace bien, y que emociona mejor. Un 8 sobre 10.

3 de abril de 2012

"Tan fuerte tan cerca" o cómo encontrar la cerradura para mi llave.


La última película de Stephen Daldry tiene a otro niño como protagonista como ya ocurrió en sus "Billy Elliot" y "El lector". En esta última el niño no era tan niño pero tampoco era un hombre por mucho que empezara a explorar en el mundo del sexo. Aquí, Oskar, interpretado por Thomas Horn me recuerda más al Jamie Bell de Billy Elliot, se mueven igual y también tiene ese carácter terco, tenaz y persistente. El niño bailarín quería dedicarse a bailar hasta que lo consigue, y en "Tan fuerte tan cerca", Oskar quiere encontrar a toda costa la cerradura que abre la llave que encuentra en un jarroncito azul que tenía su padre en el armario. 

Su padre, interpretado por Tom Hanks, es uno de los fallecidos en las torres gemelas aquel 11 de septiembre y, además tenía mucha conexión con su hijo, un niño al que no le diagnosticaron el síndrome de Asperger, pero parece tener todos los síntomas. La madre está interpretada por una actriz mejorada como lo es Sandra Bullock, mejorada no en el aspecto físico sino en el interpretativo. 

Al morir su padre, Oskar se encuantra tan perdido como la cerradura que puede abrir la llave que encuentra. Quizás lo que debe encontrar no es esa cerradura, sino alguna verdad sobre su familia. En la búsqueda de la cerradura entabla una relación con un hombre que vive escondido en casa de su abuela en el edificio de enfrente y que no habla. Este hombre está interpretado por Max Von Sydow (el padre Merrin en "El exorcista"). Me encanta este actor sueco. Es quizás lo mejor de la película. Eso y algunos momentos verdadaderamente originales en cuanto a la narración de la historia. La película no es un peliculón pero es amable de ver. Un 6'5 sobre 10.