27 de octubre de 2012

"Thirst". Cine a borbotones.

Aunque no soy nun amante del subgénero vampiresco, he de reconocer que nunca lo había disfrutado de este modo. Aquí no hay colmillos, no hay estacas, hay crucifijos que no causan efectos,..., eso sí, hay sangre y mucha, a borbotones, a sorbos, a tragos.

Park Chan-wook es capaz de pasar de un género a otro dotándoles de una nueva visión, más personal, más desquiciante pero, no por eso, menos gratificante. En algún comentario sobre la película he leido que estamos ante el "Crepúsculo" coreano. De eso nada. No tiene nada que ver. Mientras una (la saga juvenil) se hace aprovechando el tirón de las novelas y la gran afluencia de público adolescente para recaudar más y más, Chan-wook nos da otra visión, menos convencional pero más cinematográfica.

Cuesta un poco pillarle el tono a la película, pero una vez lo pillas llegas a disfrutar de la segunda mitad haciendo que olvides la lentitud de la primera. Pocas veces he visto una secuencia de cama tan realista (a excepción del cine X, claro está) como en esta cinta coreana. Chan-wook sigue dominando todo el arte cinematográfico, es un maestro. Sabe salirse del canon pero con maestría.

La interpretación de la protagonista femenina (Kim Ok-bin) es digna de aplaudir como así lo hicieron en el festival de cine de Sitges de 2009 otorgándole el premio a mejor actriz. El masculino (Song Kang-ho) tampoco deja nada que desear, pero ella se come la cámara.

Se pasa del asombro a la risa como de plano a plano. Aunque muchos critican eso, yo no creo que la intención del director coreano de "Oldboy" sea meter miedo o provocar risas, sino que ha querido dar su visión en forma de película sobre un subgénero ya muy manido y, a mi modo de ver, lo ha consegudio, con extravagancia, sin escatirmar en excesos, pero bueno, estamos hablando de Park Chan-wook, no de Nora Ephron. Un 7 sobre 10.

26 de octubre de 2012

"La delicadeza". Ser auténtico triunfa.

Audrey Tautou, aunque parece haberse desprendido del icono francés que le supuso "Amelie", es casi imposible ver una película suya sin que te venga a la memoria aquella fábula parisina de Jean-Pierre Jeunet. No sé si es bueno o malo, lo que sí sé es que ella sigue fiel a sus principios y quiere seguir haciendo cine en Francia -que no es poco- sin necesidad de instalarse en Hollywood y llenarse los bolsillos a base de bazofias. Salvo "El código Da Vinci" de Ron Howard y "Negocios ocultos" de Stephen Frears, el resto de su filmografía (más de una veintena de películas) es francesa. Pocas actrices afrancesan más un film que la mera aparición de Tautou.

En esta ocasión, los hermanos Foenkinos (David y Stéphane) debutan en el séptimo arte con la adaptación de una novela del mismo David y con el mismo título. 

Nathalie (Tautou), pierde a su marido (Pio Marmaï) en un accidente de tráfico. Aferrada al duelo, parece sellar las puertas de su corazón hasta que un compañero de trabajo entra en su despacho sin ninguna intención pero que, al fin y al cabo, supondrá el punto de partida de una nueva vida para ambos.

Más allá del guión, aparentemente sencillo, nos encontramos ante una historia que gusta ver, que huye de convencionalismos y consigue que te identifiques con los personajes. Junto a Audrey Tatou está François Damiens en el papel de Markus, un tipo algo extraño pero rebosante de autenticidad, bondad y nobleza. Y será precisamente esa autenticidad la que encandile a Nathalie. Damiens se come su papel y, en determinados momentos, es el que lleva el peso de la película. 

La manera en la que se nos cuenta la historia nos desprende del tópico "el físico no es lo importante". Al fin y al cabo lo que buscamos es estar a gusto el uno con el otro, ¿no?. Sí, claro que sí. Un 6'5 sobre 10.

24 de octubre de 2012

"Three extremes". Asian power.

Fruit Chan, Park Chan-wook y Takashi Miike, tres directores asiáticos de reconocida fama unen sus fuerzas para crear un conjunto titulado "Three extremes". "Dumplings" de Chan, "Cut" de Chan-wook y "Box" de Miike, son tres historias de media duración donde más que el terror se puede apreciar el horror de la condición humana.

En "Dumplings", una mujer se resigna a envejecer siendo capaz de llevar cualquier tratamiento posible para que su piel siga tersa, y menudo tratamiento. En "Cut", un director de cine debe evitar que el extra de una película corte los dedos de su mujer, pianista por cierto, y, para ello, debe ser capaz de hacer algo que lo marcará para siempre. "Box" es, posiblemente, la que más me ha sobrecogido; dos hermanas trabajan como contorsionistas hasta que una de ellas despierta envidia en la otra. Entonces, ésta consigue hacer por accidente no evitado (¿?) lo que su envidia le pedía a gritos. 

Aunque soy un admirador incontestable de Park Chan-wook, en estos medio-relatos de horror me quedo con "Box" del japonés Takashi Miike, director de "Hara-kiri" (también comentada en este blog. En conjunto un 6'5 sobre 10. Por separado, "Dumplings" 5'5 sobre 10, "Cut" un 6'5 sobre 10 y "Box" un 7'5 sobre 10.

22 de octubre de 2012

"Acantilado rojo". Extra, mucho extra.

Con una indudable y gran fotografía, John Woo nos traslada a la China del Siglo III. Tras dar el salto a Hollywood en 1993 cuya filmografía , de dusosa calidad ("Blanco humano", "Broken arrow", "Cara a cara"..., entre otras), John Woo regresa a China para ponerse al frente de la superproducción asiática más cara de la historia (al menos en su momento); y es que no es para menos por la cantidad de extras y efectos especiales que tiene.

Al margen de ese espectáculo visual, la historia puede gustar más o menos: guerras entre los Reinos Chinos por la unificación de su país. Con mucha batalla, con mucha sangre y con mucho extra, pero que mucho y una música acorde a lo visual.

No siempre lo más caro es lo que más gusta; bueno pues eso, no es ni siquiera de las mejores películas que he visto, pero sí me ha hecho pasar un buen rato porque, en definitiva, he estado ante gran cine. Un 6'5 sobre 10.

"Soy un cyborg". ¡Fuera convencionalismos!.

Hay cierto cine que llega a preocuparme que me atraiga y el de Park Chan-Wook aún más. ¿Cómo admirar una película y dudar si la debo recomendar o no?. Me pasó con "Canino" de Lanthimos, con "Irreversible" de Gaspar Noé y, como no, con la trilogía sobre la venganza del mismo Chan-Wook, así como con esta fábula que ahora trato.

Una película cuyo título, nada sugerente, es "I'm a cyborg, but that's ok" no tiene muchas papeletas para que vaya a verla. He de reconocer que la he visto arrastrado por la admiración a la trilogía sobre la venganza de Chan-wook y porque las críticas que había leido sobre ella eran más que buenas. También es cierto que aquí el director coreano cambia radicalmente de registro sin que deje ni un ápice de su maestría en el cajón. 

"Soy un cyborg" es una fábula en la que una chica es internada en un psiquiátrico porque cree ser un ser cibernético. Con ciertas referencias a "Alguien voló sobre el nido del cuco" de Milos Forman y recordando en ciertos momentos a "Amelie", la fábula francesa de Jean-Pierre Jeunet, Chan-Wook pone en todos y cada uno de los planos su propio sello. Sabe dónde debe colocar la cámara para que no perdamos detalle. 

La jóven "cyborg" entabla una relación sentimental con otro paciente que se cree capaz de robar las conductas del resto. Ella le pide que le robe la compasión para así poder ser capaz de matar a todos los cuidadores del psiquiátrico y no sentir lástima por ello. De hecho, en una de sus ensoñaciones así ocurre. Curioso que un ser cibernético tenga compasión, ¿no?. Casi seguro que más que los humanos.

Un par de secuencias llegan a emocionar cada una en su extremo. Una, la de la matanza perpetrada por la protagonista que antes comentaba y, la otra, una bella secuencia en la que él abre la "compuerta" que ella tiene en la espalda y que da paso a su "cuadro de luces".

No pretendo que la veáis, por una parte lo entiendo, pero por otra en la que afirmo que realmente te encuentras ante buen cine, la recomiendo. Se sale del molde de las pelis "pastelito", pero eso creo que va en favor de esta película. Así que vosotros veréis. Un 7'5 sobre 10.

16 de octubre de 2012

"La cara oculta". Más (y algo mejor) de lo mismo.

Partiendo de la base que peca de muchos tópicos del género de cine al que pertenece (thriller psicológico, terror...): tormentas, una casa grande donde sólo viven dos (o tres) personas, un móvil sin cobertura..., sí es cierto que desde determinado momento de la trama no puedes obviarla.

El espectador sabe más que los protagonistas, mucho más. La trama se centra más en "¡cómo demonios va a salir ella de allí!" que en "¡quién leches está detrás de las paredes!". La tensión no mengua en ningún momento. Está bien hilada la trama aunque ciertos puntos del guión quedan huérfanos, pero bueno, esto pasa en casi todos los films de este género. 

Se trata de una coproducción Colombia-España-USA y está dirigida por el colombiano Andi Baiz, el cual contaba en su haber otro largo, "Satanás, perfil de un asesino". En el reparto nos encontramos con Quim Gutiérrez ("Azul oscuro casi negro", "Primos"...), cuyo personaje a mi modo de ver le falta cierta matización, no acaba de convencer. También está la colombiana Martina García ("Biutiful", "La mosquitera"...) que aporta aire fresco a la cinta y Clara Lago ("El viaje de Carol", "La vida que te espera"...), quizás ante su mejor papel pero le falta algo que consiga despuntar a esta actriz.

En resumidas cuentas nos encontramos ante un film que podría ser prescindible si no ves ni un minuto de su metraje, pero como te pases de esos sesenta segundos, a buen seguro la verás finalizar apoyado en el puro morbo de "¡qué pasará"!. Un 6 sobre 10.

13 de octubre de 2012

"The flowers of war". Zahng Yimou se atrinchera.

Quizás la película más yanqui de Zhang Yimou pero, no por ello, de baja calidad, ni mucho menos. Y es que su personaje principal está interpretado por Christian Bale, un papel más que correcto (me gusta su voz, la original, claro está); a pesar de haber visto muchas y buenas películas de Bale ("The fighter", "El maquinista"...), sigo recordándolo como el niño inocente pero valiente de la grandiosa "El Imperio del Sol"...Se comió él sólo la película y emocionó al mundo entero.

En "The Flowers of war", Yimou sigue demostrando que es un auténtico maestro de lo visual. Memorables los planos a través de los cristales rotos del rosetón de la iglesia. Belleza. En esta ocasión se trata de la adaptación de la novela "Las trece rosas de Nankín" de Yan Geling. Si "Ciudad de vida y muerte" de Lu Chuan nos cuenta la ocupación japonesa de Nankin pero desde un punto de vista más belicoso, más desde el campo de batalla, aquí Yimou nos muestra el mismo drama que supuso aquella II Guerra chino-japonesa o sino-japonesa, pero de puertas adentro, de puertas adentro de una Iglesia donde se encuentran cobijadas unas estudiantes, un joven que debe protegerlas, un falso sacerdote (Bale) y más tarde un grupo de prostitutas.

No pongo en duda de la crueldad de ambos bandos, especialmente del nipón, pero si algo tengo que reprochar a Yan Geling (escritor de la novela) o a Zhang Yimou (director de la película) es que esa crueldad se nos es mostrada única y exclusivamente por parte del bando japonés. Torturaban, violaban y mataban sin escrúpulos, vale, pero los chinos no creo que se quedaran de brazos cruzados, ¿no?. Ese es el único "pero" que le pongo a una obra que, aun no siendo la mejor de Yimou, sí la catalogo dentro de sus obras mayores. Un 7 sobre 10.

9 de octubre de 2012

"Sympathy for Mr.Vengeance". Aquí empezó todo.

Tras haber visto, sufrido y disfrutado las tres partes de la trilogía sobre la venganza de Park Chan-wook, considero a ésta, su primera parte, la más floja pero, no por ello, prescindible, ni mucho menos. Al fin y al cabo es la que llevó a completar la trilogía con "Oldboy" y "Sympathy for Lady Vengeance". Tres películas sin ningún nexo de unión salvo el afán de venganza que empapa a sus protagonistas.

Una puesta en escena atrevida. Chan-wook coloca la cámara en plano angular y delante de ella pasan cosas, todas ellas necesarias. Nada es gratuito. Un guión algo menos elaborado que en sus dos posteriores "venganzas" pero muy bien hilado. La dirección de actores así como su interpretación están a la altura del guión. No pierdas de vista y, mucho menos de oído, a la música, la cual colabora en nuestra inmersión en un mundo de venganza.

El título de la cinta no puede ser más acertado. Chan-wook consigue que te identifiques con todos y cada uno de los personajes que en determinado momento están fraguando sus venganzas. Les entiendes aunque posiblemente no tendrías el valor, pero quisieras tenerlo, de actuar como ellos.

En definitiva y, como ya he dicho, no importa el orden en que veas cada una de las partes de esta trilogía; de hecho yo, no he visto ninguna en su verdadero orden (fecha de estreno), pero es casi inevitable que si ves una, la que sea, te entren ganas de disfrutar de las otras dos. Al menos ese ha sido mi caso. En poco más de un mes, las he devorado.

Irremediablemente habrá detractores de Chan-wook, por su dureza visual y moral, pero lo que no cabe duda es de que es ese tipo de cine que pase el tiempo que pase no te lo puedes quitar de encima. Y ese tipo de cine me gusta. Un 7'5 sobre 10.

6 de octubre de 2012

"Route Irish". Loach flojea.

Ken Loach, el director británico del cine social y político por excelencia nos tiene acostumbrados a unos buenos productos, no excelentes, pero sí buenos. Quizá para alcanzar la excelencia debería probar con otro tipo de cine, menos pretencioso.

Dicho esto y, después de haber visto al menos una decena de sus películas, me permito afirmar que no es la mejor..., tampoco sé si es la peor, pero por la trama, algo liosa y con demasiados nombres, no he conseguido conectar con ella.

A pesar de la interpretación de Mark Womack en el papel de Fergus, un contratista de guerra -la de Irak, como telón de fondo-, no acabo de creerme esa férrea amistad existente entre él y su amigo asesinado en Irak, más aún cuando los dos están o estaban enamorados de la misma mujer. No sé, quizá al ser una cinta de Loach, esperaba algo que me llegara más, tal y como sucedió con "Tierra y libertad", "Mi nombre es Joe" o "Sólo un beso", donde el drama es más humano y social que político.

Loach parece resignarse a hacer una obra maestra, bien porque se conforme con un notable o bien porque sabe que ese tipo de cine, con defensores y detractores, nunca podrá optar al sobresaliente. Dicho todo esto, no pienso ponerle una cruz a un director que me ha hecho llorar con "El viento que agita la cebada" y reír con "Buscando a Eric". Un 5'5 sobre 10.

4 de octubre de 2012

"Tokio blues". Desmontando tópicos.

Tran Anh Hung, dirige notablemente la adaptación de la novela homónima del exitoso Haruki Murakami. 

Bien es cierto que los occidentales o, al menos con los que yo me relaciono, tenemos una noción sobre los japoneses que, a juzgar por el libro-película aquí tratado, es verdaderamente errónea. Se trata de un film que, perfectamente podría haber firmado un director occidental, no sé, francés por ejemplo,..., y si sus intérpretes no fueran nipones y fueran europeos, por ejemplo, me atrevo a afirmar que habría tenido más éxito de la misma manera que me atrevo a afirmar que quizá no tendría la misma sensibilidad.

Siempre que veo una película que está basada en un libro, trato de abstraerme de toda crítica habida y por haber sobre la versión literaria, prefiero verla como si fuera algo totalmente independiente. Sinceramente, me cansa el tópico (casi siempre cierto): "es mucho mejor el libro...". Bueno, pues casi seguro que tengan razón, pero lo que aquí estamos tratando es una película, no un libro, para eso ya hay muchos blogs dedicados a la lectura. Añado que tampoco me he leído el libro, por si no había quedado claro en mis apuntes anteriores. Aún es más, después del visionado me han dado ganas de leer el libro, como ya he hecho en muchas ocasiones: "El silencio de los corderos", "Lolita", "El talento de Mr.Ripley", "Drácula"...

Cada plano está dotado de una sensibilidad y de una atmósfera que atrapan al espectador más escurridizo. La historia es tan romántica como trágica y puede gustar más o menos, pero no hay duda de que estamos ante un buen producto. Un 6'5 sobre 10.

"Hara-kiri". Un suicidio honorable.

Remake de la película "Sepukku", dirigida en 1962 por Masaki Kobayashi, ambas basadas en la novela deYasuhiko Takiguchi. Casi cincuenta años más tarde, el realizador japonés Takashi Miike toma la novela entre sus manos y la readapta, no sólo al cine, sino al 3D. 

Partiendo de la base de que no la he visto en 3D (de momento me niego a ese "adelanto" del celuloide) y que tampoco he podido disfrutar, de momento, de la versión de 1962, la trataré como si de una obra única se tratase. 

Estamos ante una obra dramática, muy bien interpretada y mejor fotografiada. Los nipones saben mucho sobre cómo se debe iluminar una escena o sobre en momento del día es el más adecuado para filmar un escenario natural. Sin tratar de dar juicios de valor sobre lo que significa el "hara-kiri" para la cultura japonesa, la trama se hace atractiva desde el primer momento en que se da paso al primero de los flashbacks. 

Haciendo uso de secuencias que te quitan las ganas de comer y otras quizás demasiado melodramáticas, nos encontramos ante otro buen producto del cine nipón. Un 6'5 sobre 10.