El otro día vi Sicko, una película-documental del siempre irónico y crítico Michael Moore. A pesar de imaginarme lo que podría significar el título, acabo de leer que es un juego de palabras, porque mientras sick significa «enfermo», sicko se utiliza coloquialmente para describir a una persona moralmente desestabilizada, con actitudes enfermizas u obscenas. Así que el título se refiere tanto al estado de salud (sick) como a la falta de estabilidad y salud mental (psicko)...Y es que, aunque no esté bien eso de generalizar, por mi parte, los estadounidenses se podrían meter su USA por el ojal. Haría una lista no muy extensa de la gente que salvaría, y el resto se podría hundir en su propia mierda.
La verdad es que la peli hace que sientas vergüenza ajena de un país, el más potente del mundo en cuanto a capital, pero que en mi escala de valores podría llegar a ser el último país del mundo que visitaría; sobre todo por no dejarme ni un solo céntimo en su economía. Si no fuera por eso, la verdad es que sí estaría muy bien poder hacer una visita a miles de rincones de ensueño (de hecho, eso creo que lo salva; bueno eso y miles de gentes de cine y de música que tanto me apasionan).
Que un país que presume de ser la máxima potencia mundial tenga un sistema de salud tan aberrante, abominable y apestoso, y por supuesto, privado. Sólo los ricos o medianamete ricos pueden disfrutar de una atención sanitaria aceptable.
Cuando fue entrevistado acerca de su película, Moore dijo: «Si la gente pregunta, díganles que Sicko es una comedia acerca de los 45 millones de personas sin salud pública del país más rico de la tierra».
Ya tenía claro que Estados Unidos es un país para los ricos. He visto mucho cine yanqui y si fuera un bobo que se cree todo lo que ve en el cine o en la tele, tendría pánico a los rusos, a los musulmanes, a los japoneses, a los negros..., cuando es a los USA people a quienes deberíamos tener miedo. Si se llevan mal con casi todo el mundo -y no con todo por el capital que tienen- será por algo. Es cierto que los gobernantes que han tenido, han sido unos auténticos titiriteros hasta que la razón cortó los hilos. Ahora habrá que esperar a lo que hace el señor Obama; menudo marrón ser el gobernante de una nación ingobernable.
En definitiva, en EEUU tienes un seguro médico privado o te mueres arruinado, mientras las grandes compañías de seguros se llenan los bolsillos con dinero manchado de sangre.
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