En 2002 llegó a nuestras pantallas "Dolls", película del actor y director japonés, Takeshi Kitano. Diez años después es una película que sigue siendo de culto y apareciendo en los rankings de lo mejor del cine asiático. Nunca me cansaré de reivindicar el cine oriental, aunque hace ya muchos años que él mismo se reivindicó.
Tres historias de amor con un nexo en común, el amor llevado a los extremos. Si dedicación, constancia y admiración son los ingredientes básicos para mantener viva la llama, Kitano nos lo muestra en tres actos intercalados. La belleza en la fotografía tanto con luz natural como artificial consigue que no le des marcha rápida en algunos fragmentos que llegan a cansar un poco, especialmente en una de esas tres relaciones amorosas.
Todos somos como muñecos cuando comienza la chispa. Nos dejamos llevar tal y como hacen los titiriteros japoneses con sus figuras inertes pero capaces de transmitir. Parece que no tengamos vida, que necesitemos la ayuda de una mano para movernos y para sentir y hacer sentir. El comienzo de la película es magistral y el plano final majestuoso. Si te gusta el cine, en concreto el cine asiático, no dudes en verla, aunque quizás ya lo hayas hecho. Un 7 sobre 10.
No hay comentarios:
Publicar un comentario