25 de marzo de 2012

"Los idus de marzo". El mal olor de la clase política.

Durante los idus de marzo Julio César fue asesinado a puñaladas por Bruto. George Clooney, traslada ese momento histórico y lo adapta al momento actual. Da igual que el lugar sea Ohio, Berlín, Londres, Madrid o Valencia. Políticos ensuciados hay en todas partes.

Steve, es el director de comunicación de Morris, candidato demócrata a la presidencia de los EEUU. Ama la política, vive por, para y de ella. Todo es así hasta que descubre un trapo sucio de Morris y descubre hasta qué punto puede llegar él mismo para seguir triunfando entre los bastidores de la política.

Clooney ya demostró en "Buenas noches, y buena suerte" que además de actuar, sabe dirigir de manera más que correcta. No se nos cuenta nada nuevo pero se nos cuenta bien. La película entretiene y gusta, aunque tampoco como para echar cohetes.

Lo mejor de la película es el reparto: Paul Giamatti ("Man on the moon", "Entre copas"...), Philip Seymour Hoffman ("El gran Lebowski", "Magnolia", "Truman Capote"...) y Marisa Tomei ("En la habitación", "Antes que el diablo sepa que has muerto", "Cyrus"...), entre otros. Lo peor es la falta de minutos en el metraje de estos tres actores que aquí aparecen como secundarios. Teniendo a una estrella más que consagrada en la interpretación y casi consagrada en la dirección como Clooney, contando con un actor en alza como Ryan Gosling y con tres secundarios como Giamatti-Seymour Hoffman-Tomei, considero que se le podría haber sacado más jugo a esta película. Si una película me gusta mucho soy capaz de verla varias veces y, sinceramente, me ha gustado ver esta película pero no me veo viéndola otra vez. Un 6 sobre 10.

24 de marzo de 2012

"No se lo digas a nadie". Lo que bien empieza mal acaba.


Margot, la mujer de Alex (François Cluzet) es asesinada aunque no se nos muestra el momento, simplemente lo escuchamos. Al cabo de ocho años Alex recibe un mail en el que sale un vídeo a tiempo real en la que aparece Margot. Así empieza un thriller en toda regla...Te engancha enseguida, te pone nervioso, te pone más nervioso,..., pero, el final deja un poco que desear. Las tres cuartas partes del metraje es genial, las interpretaciones son buenas, el ritmo es frenético, pero después de lo que se nos ha presentado durante la película el final me parece facilón...Todos los misterios son desvelados en una conversación; me parece el recurso fácil.

No obstante tiene muy buenos momentos. El principio me recordó a "Funny Games", sin saber por qué sabes que algo (y nada bueno) va a pasar. Persecuciones con un ritmo espectacular y una dirección muy digna...

Me fastidia que después de ver tantas cualidades a una película siempre tenga que añadir un "pero", No se lo digas a nadie que ésta es mi opinión, más cuando las críticas que he leido la ponen por las nubes. En fin, ¿qué se le va a hacer?; lo único es que la valoraré en dos partes. Principio y desarrollo 7'5 sobre 10. Final 5 sobre 10.

"The artist". Cine de ahora como era antes.


Una gran película, divertida, con grandes momentos y, sobre todo, atrevida. Atrevida por tratarse de una película muda y en blanco y negro en el año 12 del siglo XXI. Mucha gente no la verá por ciertos prejuicios con el mudo y el B/N, pero, al fin y al cabo, el cine en su esencia es eso, imágenes en movimiento sin tener en cuenta si más tarde llevaría sonido sincronizado o no...El sonido es un tema aparte que nada tiene que ver con lo que fue el invento del cinematógrafo. Es cierto que la gente de mi generación no está acostumbrada al cine sin diálogos ni efectos sonoros, pero si de verdad gusta el cine, creo que se debería apreciar el mudo tanto o más que el sonoro. Las actrices y los actores sólo tenían su cuerpo y su rostro para expresar. Era interpretación pura. Con esto no quiero decir que el sonido se cargara el cine original, simplemente pienso que es un añadido al que se adaptó muy bien y evolucionaron juntos de la mano. Sí que es cierto, que los principales perjudicados fueron los actores y actrices, que o no supieron adaptarse o su voz no era atractiva para el espectador...

Defiendo el cine mudo sin atacar el sonoro y defiendo el cine sonoro sin atacar el mudo. Así todos contentos.

George Valentin (Jean Dujardin) es un actor de cine mudo de mucho éxito, pero su carrera se ve en peligro con la llegada del sonoro; por otra parte está Peppy Miller (Bérénice Bejo) la cual empezó de extra con Valentin y acaba convirtiéndose en una estrella de los comienzos del cine sonoro...Salvo en algún momento puntual y acertado la película es muda.

"The artist" no es sólo un homenaje al cine mudo sino que también lo es al cine sonoro, a la transición de uno al otro y a la adaptación (o no) de muchos actores a la nueva manera de interpretar. "The artist" respira cine en estado puro. Señoras y señores: "Esto es el cine", cine hecho ahora tal y como se hacía antes, con equipos más sofisticados, pero con la misma esencia. A Michel Hazanavicius le doy las gracias por atreverse, y a Jean Dujardin y a Bérénice Bejo por parecer que hayan sido sacados de alguna película de las tres primeras décadas del cine. John Goodman, grande en todos los aspectos, Penelope Ann Miller y una breve aparición de Malcolm McDowell (Álex, protagonista de "La naranja mecánica") completan el plantel. Un 8 sobre 10.

18 de marzo de 2012

"Intocable". Dos piezas de dos puzzles distintos encajan a la perfección.


Philippe Pozzo di Borgo es un aristócrata que, además de quedarse viudo, sufrió un accidente en parapente que lo dejó tetrapléjico. Le gusta el arte, la música clásica, tiene dinero, mucho dinero y quiere vivir su vida, pero claro, necesita alguien que esté con él las 24 horas del día.

En las antípodas está Driss, un inmigrante senegalés que vive en un barrio marginal de París, coquetea con la droga, ha pisado la cárcel, está en el paro y le gusta la música pop.

Éstas son las dos piezas de dos puzzles distintos que, a priori, parece que no vayan a encajar jamás. Pero cuando Philippe está buscando a la persona que haga de sus brazos y sus piernas, aparece Driss. Desde el primer momento se nota la química que tienen y, finalmente, Driss es contratado para el puesto.

Se nos ofrecen un sinfín de situaciones que en vez de llorar te hacen reír (a veces a carcajadas); toda está contado desde el sentido del humor (casi siempre humor negro). No peca de sensiblerismo. Te das cuenta de que la vida no son más que esos momentos en los que uno puede dar rienda suelta al optimismo, afrontando la "cruda" realidad no desde la resignación, sino desde la adaptación a tu nueva manera de vivir la vida; al fin y al cabo es la que te ha tocado vivir...

Está basada en hechos reales. Eric Toledano y Olivier Nakache, guionistas y directores de esta cinta vieron el documental "À la vie, à la mort" sobre el Philippe real,  y decidieron llevar el proyecto a la ficción, siempre desde el respeto a Philippe. Incluso François Cluzet ("Pequeñas mentiras sin importancia", "No se lo digas a nadie"...), actor que interpreta magistralmente a Philippe, compartió tiempo con él con el fin de reproducir lo más fielmente posible su modo de moverse, respirar, hablar...

La prolongación de Philippe en la película es Omar Sy, un actor negro que se preparó especialmente para este papel y que, con él, cuenta ya su tercera participación en un film de Toledano-Nakache. Realmente transmite una energía brutal, es pura adrenalina. La conexión que tienen tanto Philippe-Driss como Cluzet-Sy es excepcional. Philippe le aporta serenidad, solvencia y conocimientos y Driss se lo devuelve con energía, atrevimiento y comicidad, mucha comicidad. Es una relación "boomerang", reciben lo que dan y dan lo que reciben, aunque ya se sabe que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transfroma, y aquí cada uno la transforma y la utiliza a su manera. La interpretación de ambos ha sido reconocida por público y crítica, con ciertos premios incluidos.

Como no podría ser de otra manera, los americanos ya han comprado los derechos y quieren hacer su versión USA de la película. Y yo digo: si ya está bien así, ¿por qué se empeñan los yankees en tener su propia versión?. Imperialismo, y se acabó; que se vayan dando cuenta de que el cine europeo no tiene absolutamente nada que envidiar al "made in Hollywood".

En resumidas cuentas, estamos ante una joyita más del cine francés, el cual, a mi parecer, está cada vez más fructífero. Que una película sea comercial, no quiere decir que no pueda ser buen cine. Creo que aquí conjugan perfectamente el cine comercial que entretiene y el buen cine que asombra. Y eso sí que es intocable. Un 7'5 sobre 10.

17 de marzo de 2012

"NEDS". Salirse del camino no es tan difícil.




Conor McCarron, ganador de la Concha de oro al mejor actor en Donosti en 2010, interpreta a John McGill, un niño inteligente y sin ningún tipo de maldad, al menos, no exteriorizada. Vive en el seno de una familia pobre, con un padre borracho y agresivo, una madre sumisa, un hermano delincuente que ha pisado varias veces los suelos de las celdas y una hermana pequeña a la que no se le augura un futuro prometedor.


El destacar por encima de los demás en el colegio hace que John sea el centro de toda crítica y amenaza. Vive amparado por la fama agresiva de su hermano Benny, hasta que al final, después de recibir amenazas, insultos y demás agresiones, decide salirse del camino recto que parecía haber empezado y ser él mismo el que cuide de él mismo. Los NEDS, delincuentes no educados, son un grupo de jóvenes con la chispa a flor de piel que buscan cualquier excusa para dar paso a la violencia, y es, en ese grupo donde John parece encontrar la aceptación.


Después de sufrir varios giros, John parece pedir a gritos la redención cual Michael Corleone en "El Padrino III" y, parece encontrarla al final de la historia. Quizás sea lo mejor de la película, ese final metafórico en el que John parece encontrar la redención. Un 6'5 sobre 10.

"Silencio de amor". El silencio tiene mucho que decir.



El director y guionista francés Philippe Claudel presenta en éste, su segundo largometraje, una historia simpática con momentos verdaderamente graciosos y personajes que hacen que la película merezca ser vista.

Si hay silencio, ¿no hay nada?. Yo creo que no...El silencio es una manifestación más en cualquiera de las disciplinas. Un slencio en música es tan necesario como la nota más aguda o la más grave, un silencio puede decir más que una masa de gente discutiendo sobre el origen del Universo...El silencio en el amor es, ausencia de amor, pero esa ausencia es tan necesaria como el barbecho en las cosechas...

Es lo que debe pensar Alessandro (Stefano Accorsi -actual pareja de Laetitia Casta con la que tiene dos hijos-), profesor italiano de música barroca en Estrasburgo que, de manera altruista, se dedica también a leer novelas a enfermos terminales. Su mujer murió cuando la hija de ambos, Irina (Lisa Cipriani), tenía cinco meses (ahora tiene 15 años), con lo que no sólo se tiene que hacer cargo de ella, sino también de su hermano, un anarquista y antisistema que no hace más que desear que Berlusconi deje el poder en su Italia natal; es el que pone la nota cómica en la historia; muy buen personaje...



Con este panorama, Alessandro vive para los demás, dejándose su propio cuidado en un segundo plano. No parece sentirse solo, lo que no es raro por el grupo de amigos que tiene; pero su hija y su hermano son los que no paran de hacer triquiñuelas para que Alessandro encuentre una mujer.

Tiene secuencias muy vivas y graciosas destacando en las que aparece el hermano anarquista y una de él en su clase bailando encima de la mesa (aquí me recordó un poco al Roberto Benigni de "La vida es bella"). Un 6 sobre 10.

"Una historia de Brooklyn". La sencillez y la calidad se cogen de la mano.


Por lo que he leido (y no visto) sobre la filmografía de Noah Baumbach, ésta es, de momento, su única película que merece ser destacada. En menos de 90 minutos de metraje se nos ofrece, con un guión muy bueno y unas interpretaciones a la par, un cúmulo de situaciones cómicas con un fondo más bien triste, pero desgraciadamente cada vez más a la orden del día.

Hay momentos que me recuerdan a "Kramer contra Kramer" sin caer en el dramatismo que ya de por sí tiene la propia historia, y otros a "American beauty", sobre todo en el "tiovivo" mental en el que se encuentran los dos progenitores de un matrimonio cuando éste debe terminar. No obstante, la película goza de una identidad propia; es cierto que no se le recordará como se hace a los otros dos films, pero eso también se debe, en parte, a la suerte del momento. Es del 2005, año muy prolífero para el buen cine ("Crash", "Buenas noches y buena suerte", "Munich", "Brokeback mountain", "Truman Capote"...), y ya se sabe que si no se tiene un buen padrino...

Tiene tintes de cine independiente aunque no lo sea: bajo presupuesto, corta duración, sin ningún efecto especial y actores de cierto reconocimiento pero sin llegar a ser superestrellas. "The squid and the whale" (el calamar y la ballena) nos llegó con el título de "Una historia de Brooklyn". -Aquí arpovecho para clamar a los cuatro vientos ¿por qué tienen los la fea manía de cambiar los títulos originales de las películas?, ¿no podrían dejarlos como están y, si acaso, poner un subtítulo con el título que se inventan?. Así quedaría: "El calamar y la ballena (Una historia de Brooklyn)". Luego el espectador que la recuerde con el nombre que quiera-.

Bernard Berkman (Jeff Daniels) y Joan (Laura Linney) son un matrimonio que se tambalea en la cuerda floja. Además de ser escritores y de que tienen dos hijos en común (Walt y Frank), no se parecen en nada más. Él era un prometedor escritor que se gana el poco pan como profesor de Universidad y ella es -en presente de indicativo- una prometedora escritora que va a publicar un libro. Quizás sea eso, el complejo de inferioridad de uno y el de superioridad de otra, lo que hace que el matrimonio se quiebre. Los hijos son, al final, quienes más sufren y, cada uno lo interioriza de una manera. Walt tiene 16 años y en un acto del instituto interpreta una canción ("Hey you" de Pink Floyd) alegando haberla escrito y compuesto él mismo. Frank es un preadolescente que actúa como si tuviera más años que su hermano; bebe cerveza y va dejando por distintos lugares restos de sus fluidos que, a la edad de 12 años, comienza a segregar el cuerpo masculino...

Con este panorama, Noah Baumbach, nos ofrece un producto notable cuyo guión pudo merecer el Oscar de 2005, en detrimento de "Crash" y cuyas interpretaciones son dignas de elogio. He visto a Jeff Daniels como nunca lo había visto (a veces me recuerda al "Nota" de "El gran Lebowski"). Laura Linney ya me gustó en "Mystic river" y en "Love actually", aunque creo que aquí se supera demostrando que una buena interpretación puede dar a una película (no superproducción) un reconocimiento especial. Y, por supuestísimo los dos actores que interpretan a sus hijos, Jesse Eisenberg (Walt -posteriormente lo vimos haciendo de Mark Zuckerberg en "La red social"-) y Owen Kline (Frank -hijo de Kevin Kline y Phoebe Cates-); quizá el que ponga la nota más cómica de toda la película. Por destacar algún actor más, también aparecen en papeles más pequeños William Baldwin y Anna Paquin. Un 6'5 sobre 10.

10 de marzo de 2012

"La invención de Hugo". Homenaje al cine por el cine.

Scorsese hace lo que quería hacer hace mucho tiempo...un homenaje al cine y, también, un homenaje a sí mismo. Además de ser un gran cineasta es el presidente de The Film Foundation, fundación no lucrativa que se dedica a la preservación de material fílmico en deterioro. Además es también un cinéfilo compulsivo desde la niñez contando en su poder con una extensa filmoteca en 35mm de grandes clásicos.

Scorsese se ha salido de sus moldes para llevar a cabo este proyecto que es el más paratodoslospúblicos de todas sus obras; además lo ha hecho también y, por primera vez en su carrera, en el ya muy recurrido 3D. Con esto demuestra que no es sólo un amante del cine en sí, sino que también quiere avanzar en la misma medida en la que lo hace el arte del celuloide.


"La invención de Hugo" es grandiosa en cuanto a técnica se refiere, pero algo floja en guión; no por tratarse de un guión infantiloide sobre libro de Brian Selznick, sino por algunas situaciones y/o diálogos que, a mi parecer, sobran un poco. Lo siento por Asa Butterfield (Hugo en la película), pero no creo que haya sido el mejor en el casting para protagonizar a Hugo; sus lágrimas y sus caras no me las acabo de creer...No se trata de un ejercicio de crucifixión de este niño-actor ya que ni siquiera he visto sus anteriores trabajos ("El niño con el pijama de rayas" "El hombre lobo"...). Para gustos colores.

El comienzo tiene un espectacular seguimiento en plano-secuencia de Hugo que es digno de destacar...Parece que lo sigas tú y no la cámara...Pero, sin duda alguna, lo mejor de la película es la escenografía; hace que te sumerjas en el París de finales de los años 30 sin ninguna nota discordante ni anacrónica. Genial. También el homenaje que hace a los comienzos del cine, concretamente al cineasta-mago George Mélies, con planos que emocionan de verdad. Porque estamos acostumbrados al cine, a la televisión y miles de medios más, pero lo que debió de vivir la gente con el invento del cinematógrafo hace más de 100 años debió ser una auténtica revolución. De hecho así fue y de hecho así se convirtió también en un negocio; pero gracias a cineastas como por ejemplo Scorsese, recordamos que este "séptimo" arte es eso, un arte que, aunque vaya cogida de la mano del negocio, no olvidamos que nos hace vibrar y nos sigue emocionando como a la gente que se sobresaltó al ver que el tren "lumierano" se les acercaba. De eso hace la friolera de 117 años.


En definitiva, es un film que entretiene, a veces aburre y, a veces, emociona a partes iguales. Digno de ver aunque solo sea una vez en la vida. En técnica, un 8'5 sobre 10 y, en lo demás, 5'5 sobre 10.

3 de marzo de 2012

"Los descendientes". Infortunio de un afortunado.

Un hombre debe hacerse cargo de sus dos hijas y de la venta de unos terrenos hawaianos de valor incalculable mientras su mujer permanece en coma tras sufrir un accidente en el mar...Ese hombre es Matt (George Clooney), quizá lo mejor de la película sea su interpretación...Está bien que se haya salido un poco del papel de galán que nos tenía acostumbrados y se fije más en este tipo de papeles porque así demuestra que además de ser una cara bonita, es mejor actor (y también director)...

Todo se tuerce un poco más cuando Alexandra (Shailene Woodley), su hija mayor le confiesa algo que, al fin y al cabo, será el leitmotiv de la película...

"Los descendientes" es un film algo lento en la narración, pero la interpretación de Clooney y de Woodley hace que este film valga la pena...El toque cómico lo aporta el amigo-novio de Alexandra, interpretado por un desconocido Nick Krause...


Todavía no he visto ninguna de las películas que optaba al Oscar 2012 al mejor film, pero quiero creer que este año ha habido alguna producción mejor que esta...Sí se ha llevado el de mejor guión adaptado, como ya lo hizo en su día Alexander Payne con su "Entre copas". Un 6 sobre 10.

"Declaración de guerra". Homenaje a la vida.

Romeo, Julieta y Adam. Estos son los nombres de los tres protagonistas de esta película. No, no se trata de la Italia medieval ni de ningún tipo de historia con tintes religiosos. Es una oda al amor a un hijo, al amor a la vida, al optimismo, a la superación..., en definitiva, una oda al buen cine.


Valérie Donzelli, directora, actriz, guionista y, además de cantar uno de los temas de la película, también es la que vivió en sus carnes y en su alma (junto con su ex-marido Jérémie Elkaïm-Romeo) esta historia triste pero optimista.


El mismo día que se declara la Guerra de Irak, Romeo y Julieta declaran otra guerra, mucho más personal, a la enfermedad de su hijo...Deciden poner -literalmente- toda su vida en ese combate, no atrincherarse y atacar al enemigo-tumor de frente con el optimismo como única arma "mortífera". Éste es, en resumidas cuentas, el argumento de la película.


Muy bien contada, muy oportuna en los momentos tristes pero también en los alegres...en cinco minutos cualesquiera de la película puedes pasar del llanto a la risa y viceversa; no cae en la trampa de la sensiblería facilona y, si lo hace, es de un modo equilibrado entre los buenos y los malos momentos. La música ayuda mucho; con piezas de hace más de 300 años (Vivaldi, Bach...) hasta un tema compuesto por Ennio Morricone ("La cosa Buffa" de 1972) hasta música que podría haber sido compuesta antes de ayer, con electrónica, postpunk, Chanson francesa ("Ton grain de beauté" -tu peca-; música de Benjamin Biolay e interpretada por la pareja protagonista). La música es un personaje más en esta película...



Es un film que respira cine francés por los cuatro costados; hay momentos que podrían recordar a "Amélie"..., pero que nadie se confunda, "Amélie" es una fábula y "Declaración de guerra" es una historia real, una historia que cualquiera podría haber sido el protagonista, pero que pocos la contarían tan bien haciendo uso de tantos recursos cinematográficos. Un 8 sobre 10

1 de marzo de 2012

"Mientras duermes". No mires debajo de la cama.


Película, director (Jaume Balagueró) y actor principal (Luis Tosar) están a la misma altura en estas casi dos horas de metraje.
Un claro ejemplo de que un buen guión y unas buenas interpretaciones hacen mucho favor a un director para realizar una buena película y, además, sin ningún tipo de floripondios especiales…Creo que Luis Tosar es el actor español más capaz de transmitir la maldad en sus interpretaciones. Una maldad real de una persona real…Ni zombies, ni fantasmas ni aliens, sino un conserje de un edificio muy servicial pero muy infeliz, muy depravado pero muy amable, muy siniestro pero muy meticuloso…, todo eso en una misma persona, la de Tosar. Marta Etura interpreta a Clara, una vecina del edificio; simpática, amable y con una sonrisa de oreja a oreja cada vez que aparece por el portal…Es precisamente esa sonrisa y esa felicidad la que saca de quicio a César (Tosar); podríamos decir con permiso de la Real Academia de la Lengua que César sería un “INFELICIDADOR”, no soporta ver feliz a la gente debido a su infelicidad casi “innata”…Ésta sería la razón por la que se inmiscuye en las casas y en las vidas de sus vecinos, especialmente en la de Clara…Al ser el conserje tiene la llave de todas las puertas…Con estos datos sobre la mesa, Balagueró consigue hacer un film de intriga con secuencias muy tensas y, a veces, sofocantes y, además, consigue que te identifiques con un personaje cuya depravación, en la vida real, haría que lo quisieras matar…Un 7’5 sobre 10.

"La fuerza del cariño". Reír y llorar.


Hay películas que se hacen para llorar y lloras, películas que se hacen para reír y ríes, películas que se hacen para reír y lloras de lo malas que son y películas que se hacen para llorar y te ríes de ellas…
Bueno pues “La fuerza del cariño” es una película hecha para reír y también para llorar…Los últimos 20 minutos son lacrimógenos a más no poder, pero durante el desarrollo de la película, hay grandes momentos cómicos (véase la primera escena de cama de Jack Nicholson y Shirley MacLaine)…Ambos se comen la cámara, pero me quedo con él que, haciendo un papel secundario, quita cierto protagonismo a ella, al menos, en las escenas compartidas…Por otra parte está la hija de ella, interpretada por una Debra Winger simpática, alocada y bastante neurótica (en su papel), pero con mucho brillo en la cara…También un Jeff Daniels muy joven (la película es de 1983); mi problema con este actor es que, después de haber visto “2 tontos muy tontos” no le puedo ver de otra manera y me lo imagino pegando su lengua en cualquier farola, valla, buzón…; de todas formas hace una interpretación justa y necesaria en cuanto a lo que requería su papel…También nombrar a Danny DeVito, que haga lo que haga siempre lo hace bien y además cae mejor; me gusta este pequeño gran actor…
La película es buena, quizá no tanto como para llevarse 5 oscars: película, director (James L. Brooks), actriz (Shirley MacLaine), actor secundario (Jack Nicholson) y guión adaptado. De todos me quedo con los de interpretación, la de ella y la de él…Un 7 sobre 10.