18 de marzo de 2012

"Intocable". Dos piezas de dos puzzles distintos encajan a la perfección.


Philippe Pozzo di Borgo es un aristócrata que, además de quedarse viudo, sufrió un accidente en parapente que lo dejó tetrapléjico. Le gusta el arte, la música clásica, tiene dinero, mucho dinero y quiere vivir su vida, pero claro, necesita alguien que esté con él las 24 horas del día.

En las antípodas está Driss, un inmigrante senegalés que vive en un barrio marginal de París, coquetea con la droga, ha pisado la cárcel, está en el paro y le gusta la música pop.

Éstas son las dos piezas de dos puzzles distintos que, a priori, parece que no vayan a encajar jamás. Pero cuando Philippe está buscando a la persona que haga de sus brazos y sus piernas, aparece Driss. Desde el primer momento se nota la química que tienen y, finalmente, Driss es contratado para el puesto.

Se nos ofrecen un sinfín de situaciones que en vez de llorar te hacen reír (a veces a carcajadas); toda está contado desde el sentido del humor (casi siempre humor negro). No peca de sensiblerismo. Te das cuenta de que la vida no son más que esos momentos en los que uno puede dar rienda suelta al optimismo, afrontando la "cruda" realidad no desde la resignación, sino desde la adaptación a tu nueva manera de vivir la vida; al fin y al cabo es la que te ha tocado vivir...

Está basada en hechos reales. Eric Toledano y Olivier Nakache, guionistas y directores de esta cinta vieron el documental "À la vie, à la mort" sobre el Philippe real,  y decidieron llevar el proyecto a la ficción, siempre desde el respeto a Philippe. Incluso François Cluzet ("Pequeñas mentiras sin importancia", "No se lo digas a nadie"...), actor que interpreta magistralmente a Philippe, compartió tiempo con él con el fin de reproducir lo más fielmente posible su modo de moverse, respirar, hablar...

La prolongación de Philippe en la película es Omar Sy, un actor negro que se preparó especialmente para este papel y que, con él, cuenta ya su tercera participación en un film de Toledano-Nakache. Realmente transmite una energía brutal, es pura adrenalina. La conexión que tienen tanto Philippe-Driss como Cluzet-Sy es excepcional. Philippe le aporta serenidad, solvencia y conocimientos y Driss se lo devuelve con energía, atrevimiento y comicidad, mucha comicidad. Es una relación "boomerang", reciben lo que dan y dan lo que reciben, aunque ya se sabe que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transfroma, y aquí cada uno la transforma y la utiliza a su manera. La interpretación de ambos ha sido reconocida por público y crítica, con ciertos premios incluidos.

Como no podría ser de otra manera, los americanos ya han comprado los derechos y quieren hacer su versión USA de la película. Y yo digo: si ya está bien así, ¿por qué se empeñan los yankees en tener su propia versión?. Imperialismo, y se acabó; que se vayan dando cuenta de que el cine europeo no tiene absolutamente nada que envidiar al "made in Hollywood".

En resumidas cuentas, estamos ante una joyita más del cine francés, el cual, a mi parecer, está cada vez más fructífero. Que una película sea comercial, no quiere decir que no pueda ser buen cine. Creo que aquí conjugan perfectamente el cine comercial que entretiene y el buen cine que asombra. Y eso sí que es intocable. Un 7'5 sobre 10.

No hay comentarios: