Ken Loach, el director británico del cine social y político por excelencia nos tiene acostumbrados a unos buenos productos, no excelentes, pero sí buenos. Quizá para alcanzar la excelencia debería probar con otro tipo de cine, menos pretencioso.
Dicho esto y, después de haber visto al menos una decena de sus películas, me permito afirmar que no es la mejor..., tampoco sé si es la peor, pero por la trama, algo liosa y con demasiados nombres, no he conseguido conectar con ella.
A pesar de la interpretación de Mark Womack en el papel de Fergus, un contratista de guerra -la de Irak, como telón de fondo-, no acabo de creerme esa férrea amistad existente entre él y su amigo asesinado en Irak, más aún cuando los dos están o estaban enamorados de la misma mujer. No sé, quizá al ser una cinta de Loach, esperaba algo que me llegara más, tal y como sucedió con "Tierra y libertad", "Mi nombre es Joe" o "Sólo un beso", donde el drama es más humano y social que político.
Loach parece resignarse a hacer una obra maestra, bien porque se conforme con un notable o bien porque sabe que ese tipo de cine, con defensores y detractores, nunca podrá optar al sobresaliente. Dicho todo esto, no pienso ponerle una cruz a un director que me ha hecho llorar con "El viento que agita la cebada" y reír con "Buscando a Eric". Un 5'5 sobre 10.
Dicho esto y, después de haber visto al menos una decena de sus películas, me permito afirmar que no es la mejor..., tampoco sé si es la peor, pero por la trama, algo liosa y con demasiados nombres, no he conseguido conectar con ella.
A pesar de la interpretación de Mark Womack en el papel de Fergus, un contratista de guerra -la de Irak, como telón de fondo-, no acabo de creerme esa férrea amistad existente entre él y su amigo asesinado en Irak, más aún cuando los dos están o estaban enamorados de la misma mujer. No sé, quizá al ser una cinta de Loach, esperaba algo que me llegara más, tal y como sucedió con "Tierra y libertad", "Mi nombre es Joe" o "Sólo un beso", donde el drama es más humano y social que político.
Loach parece resignarse a hacer una obra maestra, bien porque se conforme con un notable o bien porque sabe que ese tipo de cine, con defensores y detractores, nunca podrá optar al sobresaliente. Dicho todo esto, no pienso ponerle una cruz a un director que me ha hecho llorar con "El viento que agita la cebada" y reír con "Buscando a Eric". Un 5'5 sobre 10.
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