"Una pistola en cada mano". Pero con pocas balas.

Con un reparto de lujo, considero que se debería haberle sacado más jugo o, al menos, más intensidad a la cinta.

Una historia de varios capítulos que terminan convergiendo. Ocho hombres que se desnudan ante la cámara de la misma manera que lo hacen al encontrarse con un viejo amigo o un viejo amor. Se cuentan sus penas, sus deseos y sus luchas.

Quizá el capítulo más divertido sea el de Alberto San Juan y Leonor Watling; a pesar de que San Juan no es un gran actor, es un tipo que me hace gracia, me cae bien y suele gustarme. Si consideramos los capítulos por separado, se hacen amenos, pero si los metemos todos en un mismo saco, quizá la película no sea lo que esperábamos. Un 5,5 sobre 10.