12 de mayo de 2012

"Un dios salvaje". Una salvaje comedia.


Dos jóvenes, una disputa, unos padres, dos matrimonios, una estancia, una botella de buen whisky, una caja de puros...estos son los ingredientes de la última película de Roman Polanski, una adaptación de la homónima obra teatral de Yasmina Reza.

Cuando te atreves a hacer una película con tales elementos, los cuatro personajes deben estar interpretados por actores y actrices de talla. En esta ocasión Polanski ha sabido escogerlos. Jodie Foster (sobran referencias), Kate Winslet ("Olvídate de mí", "El lector"...), John C. Reilly ("Cyrus", "Magnolia"...) y Cristoph Waltz ("Malditos bastardos") interpretan como si estuvieran jugando una partida de parchís. Cada uno sabe cuando le toca jugar y, según el momento, a quién debe atacar.

Aunque se supone que están en Nueva York, la película ha sido rodada en Europa. Es sabido por todos que las puertas estadounidenses están cerradas para el señor Polanski; pero nadie dice que no pueda trasladar su historia donde quiera.

A raíz de una pelea protagonizada por los hijos de ambos matrimonios (Foster-C.Reilly y Winslet-Waltz), en un intento por aclarar las cosas, en lugar de ello se van torciendo cada vez más dando lugar a momentos verdaderamente hilarantes. De un granito de arena...

Dejando por sentado que los cuatro hacen un gran trabajo, me quedo con la interpretación de John C.Reilly; me gusta este actor que ha pasado de ser un secundario bastante habitual a ganar mucho más peso en el cine con papeles principales. Winslet y Foster me gustan sobre todo a medida que va aumentando su ebriedad en la historia. Waltz, menos conocido, pero también a la altura de los otros tres. La música de Alexander Desplat ("El escritor", "El árbol de la vida", "El discurso del rey"...) también merece cierto reconocimiento.

En definitiva, para tratarse de una película rodada en una única estancia de interior y con únicamente cuatro personajes, Polanski ha sabido dotarla de equilibrio, tanto a nivel de dirección de actores como a nivel de planificación. Pocas veces falla este pedazo de director de casi ochenta años. Un 7,5 sobre 10.

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