1 de mayo de 2012

"Todas las canciones hablan de mí". A todos nos ha pasado.


Una ruptura siempre es dolorosa...Sea como sea siempre es así. Una ruptura es un cambio, normalmente a mejor pero, según las partes contratantes puede ser a peor. Lo feo es la resignación. Si uno no quiere o no está convencido de ese cambio nunca debe resignarse, debe persistir, al menos, hasta darse cuenta de que realmente no hay marcha atrás.

Ramiro lo acaba de dejar con su novia después de seis años juntos. Es licenciado en Filología y trabaja en la librería de su tío. Aunque quiera demostrar lo contrario, no tiene ambiciones en la vida; su única ambición es recuperar la relación que tenía junto a su novia y es ésta la razón que hace que se difuminen el resto de ambiciones. Como bien dice Calamaro: "no se puede cambiar de corazón como de sombrero sin haber sufrido primero" o "...de corazón como de camisa sin perder la sonrisa". Cuánta razón Andrés.

Además de algunas frases interesantes, lo que más me ha gsutado de esta película es el Ramiro de Oriol Vila o el Oriol Vila del Ramiro. Consigue caer bien, no sé si por su naturalidad o porque perfectamente podría ser un amigo tuyo, pero lo consigue. Ya me gustó en "Tu vida en 65 minutos" y lo vuelve a hacer en la ópera prima de Jonás Trueba, hijo de Frenando, cuyo debut no sé si es el mejor pero sí es, al menos, aceptable. Lo seguiremos. Un 5'5 sobre 10.

1 comentario:

Anna dijo...

Pseudo Woody Allen de tercera...