2 de junio de 2012

"300". Ajú, Ajú, Ajú. Sangre, gritos y tabletas de chocolate.

De Frank Miller, creador de "Sin city", llegó dos años más tarde la cinta del cómic "300". Una película de un guión flojo, una voz en off que chirría a pesar de ser muy ronca y unos cuerpos esculturales que rozan la irrealidad; pero en su favor diré que a nivel estético, visual y de efectos es deslumbrante.

Como vengo diciendo en opiniones anteriores, una película tiene muchos aspectos que pueden hacer de ella digna de ser admirada o rechazada. En este caso, lo que la salva a mis ojos es eso, la vista y el disfrute de una estética y unas coreografías que te hacen vibrar y que pocas veces he visto en la gran pantalla. Además, no siendo mi caso, es un escaparate de cuerpos, algo así como 300, con sus respectivas tabletas de chocolate a la altura del vientre que crees que no existen más que en los anuncios de calzoncillos y colonias masculinas.

En cuanto a la historia no es más que la puesta en escena de la batalla de las Termópilas en la que el rey Leónidas (Gerard Butler) y 300 soldados espartanos se enfrentaron en defensa de Grecia a los persas cuyo ejército era inmensamente superior, al menos en número. La condición de tipo duro del rey Leónidas acaba provocando risas en lugar de seriedad.

En fin, ¿si me ha gsutado?. Pues sí, porque a veces es mejor dejar que la mente duerma y sacar los ojos a pasear y ¿qué mejor que "300" para llevar a cabo tales acciones?. Un 7 sobre 10.

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