24 de febrero de 2013

"A Roma con amor". Woody, ¡Nuevayorkízate!.

La capital italiana se convierte en testigo de excepción de las cuatro historias que nos presenta Woody Allen (protagonista también de una de ellas), con al amor o desamor como telón de fondo.

Un chico que se enamora de la mejor amiga de su novia, una americana que conoce a un italiano y pronto hablan de boda, una pareja de recién casados que descubren en Roma la picardía del sexo y un ciudadano normal que de la noche a la mañana se convierte en famoso. Cuatro historias, cuatro repartos y cuatro impresiones. 

La mejor, pues quizá la interpretada por el mismo Allen o la de Roberto Benigni. Lo peor, pues que en todo plano parezca que estás viendo las típicas postales de Roma con actores conocidos delante. 

Lo que queda claro es que la cinta respira "woodyallenismo" por los cuatro costados; incluso el papel de Jesse Eisenberg ("La red social"...) parece, como ha sucedido en otros filmes del neoyorquino "gafapastas", una prolongación y proyección perfecta de él mismo. Tengo la sensación que desde que comenzó a europeizarse Woody Allen ha ido perdiendo fuelle, igual es que le falta algo, quizá su amada Nueva York.

Ni de lejos estamos ante el mejor Woody Allen, pero es entretenida y si te gusta su cine, debes verla; al menos se lo debes a él. Otro claro ejemplo de que un director debe prestar su nombre a un género cinematográfico. Un 6 sobre 10.

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