19 de febrero de 2013

"Una vida mejor". Esguince de sueño.

Todos hemos tenido un sueño, todos hemos querido lograrlo y todos hemos querido vivirlo, pero si no se pone toda la carne en el asador, es difícil llegar a la meta. Ese es el caso del protagonista de esta historia, interpretado notablemente por Guillaume Canet ("Juntos, nada más"...), que con su insistencia, convencimiento y energía nos da una lección de cómo se debe afrontar el camino, independientemente, de alcanzarlo o no. Sin duda alguna, su interpretación es lo mejor de la cinta.

En un momento en el que el control de tu vida lo tienen los bancos y gobernantes, lograr algo se hace tarea difícil. Bien es cierto que ante tanto portazo en la cara, más de uno se habría echado atrás en cero coma. Si el sistema va contra mí, seré yo el que vaya contra el sistema.

Buen giro de guión que consigue incluso despistarte de las cábalas que te habías hecho sobre el final. Chico conoce chica; chica tiene hijo; chico tiene un sueño; chica se suma a ese sueño...; y el resto es fruto de ese giro argumental.

Sin ser una gran película, retrata de una manera bastante realista una situación que bien podrían estar viviendo miles de parejas en todo el mundo. Un manual perfecto de cómo se puede llegar a torcer un sueño si todos los ingredientes no dependen sólo de ti. Un 6 sobre 10.

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