Una mujer china deja su país natal tras la muerte de sus padres y le apañan un matrimonio con un coreano al que no conoce, al que ni siquiera ha visto jamás salvo en una foto. Él es un gangster de poca monta que, en un principio, no da la menor importancia al hecho de haberse casado.
Es a través de las cartas que ella le escribe agradeciendo todo lo que ha hecho por ella -gracias a estar casada puede ganarse la vida y hacerse un hueco entre los coreanos- cuando él comienza a darse cuenta de que la oportunidad que le está ofreciendo la vida para poder amar está pasando ante sus ojos. Una extraña pero bonita historia de amor en la que sus protagonistas sólo tienen un cruce de miradas.
Choi Min-sik, el vengativo protagonista de "Oldboy" de Park Chan-wook, nos ofrece sus dos caras (la amable y la no tanto) demostrando que, al menos, en Corea del Sur, es un actor de renombre.
El cine surcoreano sabe transmitir las emociones, quizá para unas cosas sean demasiado brutos, pero cuando quieren tocarte la fibra, lo consiguen sin que casi te des cuenta de que todos los poros de tu cuerpo se han abierto. Un 7 sobre 10.
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