Hyung Do es unos de los trabajadores de esa compañía. Algo en su interior le dice que no está hecho para ese tipo de trabajo, preparado sí, pero no hecho. El día que decide querer renunciar a la compañía, sabe que debe escapar o hacer frente a sus compañeros, otros asesinos disfrazados de administrativos y ejecutivos. Lo que quizá no sepa es el finiquito que le está esperando.
Con una dirección muy propia del thriller y el cine de acción en general, esta película no se convertirá en un clásico pero sí en una de esas que te hace contener la respiración en contadas ocasiones. Lo que más me gusta del thriller surcoreano es que no siempre pasa lo que el espectador quiere que pase, sino que pasa lo que debe pasar. Los yanquis también deberían tomar muy buena nota de ello. Gran y prometedor debut tras las cámaras de Lim Sang Yoon. Un 7 sobre 10.
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