Jacques Audiard vuelve, tras su justísimamente premiada "Un profeta", con una historia de esas que no sabes si catalogar de amor, de superación, de drama humano,...pero que deberán pasar varios días para poder quitártela de encima.
Cuando la vida te da un "hostión" (perdón por la expresión) es
difícil aferrase a ella y más aún cuando los encargados de ayudarte
necesitan aún más de tu ayuda.
Con unos sutiles saltos en el tiempo Audiard se preocupa más del desarrollo de la historia que del propio final. En varias ocasiones conmueve, y mucho, pero en otras peca de cierta confusión hacia el espectador. Definitivamente estamos ante un buen (y no grandísimo) producto del cine francés, un cine en alza. Un 7 sobre 10,
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