Ricardo Darín y Alberto Ammann ("Celda 211"...) se baten en un duelo interpretativo en el que tú, como mero espectador, no puedes más que esperar a ver quién se proclama vencedor. Darín está muy lejos de esos trabajos que tanta fama le han dado ("Nueve reinas", "El hijo de la novia", "El secreto de sus ojos"...), pero, precisamente por eso consigue que lo perdonemos.
Si el mismo trabajo en el desempeño de esta película, hubiera estado repartido por igual de principio a fin, habría ganado enteros, pero resulta que la fase final en la que tu incredulidad florece, resta muchos puntos a un desarrollo más que aceptable. Con las mencionadas interpretaciones, unos diálogos muy bien construidos y un gran manejo de la cámara, te adentras en la historia a la primera de cambio, pero...
Muy por debajo de la magnífica "El secreto de sus ojos". Y eso que le debe mucho; al fin y al cabo ese era el reclamo: ¡¡¡De los productores de "El secreto de sus ojos"!!!. En fin. Un 5'5 sobre 10.
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