Si te levantas y, mientras te duchas te bebes una cerveza, luego vas al trabajo y antes de entrar le pegas un lingotazo a una petaca que guardas en la guantera del coche, lo que tienes no es una cierta inclinación a la bebida, sino un problema. Este es el problema de Kate (Mary Elizabeth Winstead). Y, si además tu pareja con la que vives parece tener el mismo problema que tú, tu rehabilitación se convierte en lago más que dudoso.
Sobre estos ríos de alcohol navega este drama del cine independiente americano. Sentar la cabeza o empinar el codo. Los dos caminos son dolorosos pero solo uno te salvará. Muy buenas interpretaciones. Un 6,5 sobre 10.
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