Si Quentin Tarantino tiene un alter ego en la otra parte del mundo, no puede ser otro que el surcoreano Park Chan-wook.
En la tercera parte de su trilogía sobre la venganza ("Sympathy for Mr.Vengeance"+"Old boy" (también comentada en este blog)+"Sympathy for LadyVengeance"), Chan-wook da rienda suelta a un sinfín de recursos cinematográficos que no hacen más que añadir valor al conjunto del film.
Si todos hemos pensado más de una vez que si en vez de juzgar a alguien por algún crimen cometido lo dejaran maniatado en medio de un lugar público al servicio de la gente, Chan-wook nos lo cuenta en imágenes. Partiendo de un guión un tanto enrevesado pero entendible al 100%, es decir, currado a conciencia, el espectador se mete de lleno en la historia hasta llegar incluso a permitirse el lujo de no querer mirar ciertas imágenes. La película es macabramente bella o bellamente macabra, según se mire.
Recomendable para todo aquel que también disfrute del cine de Tarantino. Sabes que vas a ver sangre pero también eres conocedor que vas a disfrutar viéndola (la película, quiero decir, ejem...).
Lee Young-ae se mete en la piel de Lady Vengeance de una manera sobresaliente. La transformación de su personaje es brutal. Sin duda alguna lleva el peso de la película. La banda sonora vuelve a tener su protagonismo y encaja a la perfección. Aunque no he visto la primera de la trilogía, "Sympathy for Mr. Vengeance"- en este caso el orden no altera el producto- la tengo en la parrilla de salida y, como es de esperar, mis expectativas están a la altura de mi valoración de las otras dos.
Algunas escenas son verdaderamente estremecedoras a la par que brillantes. Gran cine surgido de una gran mente devoradora de cine; algo así como Tarantino. Un 8 sobre 10.
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