30 de diciembre de 2012

"Moonrise Kingdom". Todo es amarillo.

Con "Moonrise Kingdom" Wes Anderson vuelve a crear un universo que baila entre lo real y lo imaginario. Con un potente puesta en escena y unos actores como los que aparecen en la foto que encabeza esta opinión nos introducimos en un mundo en el que el color amarillo (muy propio de Anderson) inunda la pantalla.

A veces vemos a los preadolescentes como seres inocentes que todavía están por descubrir lo que es la vida; casi siempre cuando sacamos a relucir todo tipo de opiniones nos olvidamos que hubo un tiempo en que esos niños también éramos nosotros. Sin pasarme de hippie, la lección que la pareja de niños dan al mundo adulto es contundente. Hacer lo correcto pocas veces es hacer lo establecido y es precisamente cuando alguien se salta ciertas normas cuando suenan todas las alarmas.

Cuando ves una película de Wes Anderson te quedas con la sensación de que él todavía no se ha desprendido del niño que fue. Y eso se agradece.

La puesta en escena, los actores y una bella música de Alexandre Desplat te invitan a sumergirte en un mar amarillo cuya sal te deja un buen regustillo. Un 7 sobre 10.

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