Baran bo Odar debuta con un largo poderoso, intenso e interesante. Aunque estemos bombardeados por series en las que los investigadores buscan a un asesino en serie, "Silencio de hielo" está dotada de una narración algo más personal. Aunque sí hay violencia nunca se nos muestra de manera explícita, afectando más al corazón que a la cabeza; al más puro estilo Haneke pero sin llegar ni siquiera a rozarlo en maestría.
Una serie de personajes muy bien perfilados y que se nos van descubriendo lenta y sutilmente a lo largo de todo el metraje. Una cinta en la que todos y todas tienen el mismo protagonismo.
Cuando una persona vive en la soledad y además padece de la más criminal de las enfermedades, más que pena transmite repugnancia. Es quizá esa falta de identificación la que nos hace meternos más de lleno en la historia.
Un debut prometedor que nos enseña, con saltos en el tiempo muy acertados, una de las más miserables caras del ser humano. Un 6'5 sobre 10.
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