"Barking dogs never bite", film inmediatamente anterior a la obra cumbre de Bong Joon-ho, "Memories of murder", nos cuenta, con una temática un tanto simple, un embrollo en el que el amor-odio que se puede tener hacia el mejor amigo del hombre (el perro), se convierte en la línea argumental.
Por un lado se nos muestra la costumbre en Corea de comer carne de perro, por otro, un hombre que no soporta el ladrido de estos y que es capaz de hacer lo que sea para callarlos y, por último, una chica amante de los canes, protectora hasta el límite de jugarse la vida por ellos. Leído así, no parece ser una buena carta de presentación de esta cinta pero, a pesar de ser la más floja de Bong Joon-ho, ya se le veía las ganas de desmontar los géneros; empezó, en este caso, con la comedia, siguió con el thriller ("Memories of murder") y más tarde con el género fantástico ("The host") -ambas en este blog-.
Una extraña comedia, con maravillosas secuencias, que puede presumir como tal por haberse puesto bajo las manos de Joon-ho; de no ser así, podríamos decir que estamos ante un auténtico bodrio de celuloide. Un 6'5 sobre 10.
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